Reseña: Caída libre, Ali Hazelwood

Caída libre

Editorial – Contraluz
Género – New adult, romántica contemporánea
Puntuación ★★★★★

Scarlett Vandermeer nada a contracorriente. Está cursando tercero en la Universidad de Stanford y su especialidad es el salto de trampolín. Prefiere pasar desapercibida para poder concentrarse en ingresar en la Facultad de Medicina y en recuperarse de la lesión que estuvo a punto de acabar con su carrera. No tiene tiempo para relaciones, o al menos eso es lo que se dice a sí misma.

Lukas Blomqvist, capitán de natación, campeón del mundo y el chico de oro de todo lo que tenga que ver con el agua, adora la disciplina. Gracias a su capacidad para centrarse plenamente en cada brazada, bate récords y gana medallas de oro. A primera vista, Lukas y Scarlett no tienen nada en común. Hasta que un secreto bien guardado sale a la luz y lo cambia todo.

Entonces llegan a un acuerdo. Y, a medida que se incrementa la tensión por la llegada de los Juegos Olímpicos, también aumenta la tensión entre ellos. Se suponía que lo suyo solo iba a ser algo sexual, temporal y mutuamente placentero. Sin embargo, al darse cuenta de que le es imposible mantenerse alejada de Lukas, Scarlett comprende que quizá su corazón se esté adentrando en aguas peligrosas...

 

Opinión personal

Una novedad literaria, de una de las autoras que más cautiva al lector de romántica. En esta nueva ocasión, Ali Hazelwood ha optado por experimentar de nuevo con otro subgénero, el new adult bajo el prisma de un cliché ya sobradamente reconocido y querido, el sport romance, lo que le hace tener un argumento consolidado que siempre es objeto de atención por parte del lector.

Caída libre, tiene todo para enamorar y convencer, incluso aquel público más exigente. Su historia, no se aleja en absoluto de los elementos que mejor definen el estilo de la autora, un romance contemporáneo no exento de una sencillez fielmente adornada con matices levemente complejos, lo que lleva a resultar del todo completa su argumentación. Sobre el escenario universitario, se desarrolla una trama en la que su personaje principal femenina debe hacer frente a sus miedos más internos, además de la creciente atracción por Lukas, exnovio de una de sus amigas y compañeras de salto. Tras conocer que ambos comparten muchas cosas, la cercanía entre ambos les llevará a conocerse mejor, a expresar con palabras la presión constante por alcanzar sus metas y sueños y, con ello, desarrollar una historia de amor que, desde un principio, prometieron no protagonizar. De nuevo, se observa esa sutil presencia de la ciencia como telón de fondo, aun cuando se encuentra en un segundo plano, lo que lleva a definir bien a sus personajes y armar sus personalidades. Se trata pues, de un libro de contenido básico, que se acota bien a los elementos que definen al género y que resulta predecible, pero es tal su efectividad respecto a entretener, que le hace ser una novela altamente necesaria, prueba del indiscutible estilo de Hazelwood y su facilidad para convencer al lector más versado del género.

Aunque se ha trasladado la idea de que esta novela es algo más erótica que lo que acostumbra su autora, tratando temas como el BDSM, lo cierto es que no difiere en absoluto de la romántica contemporánea más habitual. La piedra angular de su historia es el romance y este sí que es verdad, que se adereza con un erotismo que resulta totalmente elegante, puesto que se integra con corrección y gran dosis de equilibrio, dando importancia únicamente a los sentimientos, que se hallan bien definidos a través de las reflexiones personales de su protagonista, derivados de las emociones que poco a poco le invitan a salir del cascarón en el que se encuentre refugiada. Su contenido más sensual, por tanto, no define para nada su trama principal, puesto que se incide en la transformación personal de ambos y la lucha interna por aceptar la presión social o el miedo que ello acarrea. Es, por tanto, un libro sereno, delicado, de una belleza visual que encandila.

De nuevo, Halzelwood da cuerpo a personajes principales del todo cautivadores. Las sendas personalidades de ambos, tanto de Scarlett como Lukas, transforman su historia hasta hacer de ella, una novedad que se acerca e incluso, traspasa las expectativas de ser testigo de una sencilla historia entretenida. Aunque es escasa la novedad que exudan, lo cierto es que la falta de diferencia no es para nada un hándicap, puesto que ellos solos son capaces de construir un romance a todas luces resultón. Como viene siendo costumbre en esta escritora, une a sus personalidades un componente profundamente maduro y complejo y es quizás Scarlett, la que más brilla a este respecto, puesto que su historia personal y familiar, hace que destaque y ofrezca mayor dinamismo a la narración, ya que es su voz la que se escuchará constantemente y de manera exclusiva. Mención aparte, merece la presencia de unos de sus más destacados personajes de La hipótesis del amor, un detalle destinado al lector que no pasará desapercibido y que es muy bien acogido.

Ali Hazelwood es una autora maravillosa, sinónimo siempre de entretenimiento. Todas y cada una de sus novelas, se leen o más bien se devoran en un suspiro. Su fórmula de romance no deja de ser un éxito y se replica en cada novela publicada. Caída libre, es una lectura recomendadísima, una delicia que los lectores más amantes de su estilo, sabrán valorar muy bien. Su sesenta y siete capítulos, se nutren de una redacción ágil y directa, repletas de escenas dulces que se enfocan en el crecimiento personal de sus protagonistas. Toda su argumentación y desarrollo, te conduce hacia una opinión positiva que, sin duda, te anima a convertirte en fan absoluta de sus historias, independientemente del género sobre el que versen.

El romance del que hace gala esta historia, está tan bien definido que, desde la primera página, resulta cercano y creíble. Esta nueva trama, te calienta el corazoncito y, aunque no se apueste por un intercambio de perspectivas, no se echa en falta su recurso, puesto que nada queda por resolver. Su certera evolución, te conduce hacia unas últimas páginas que cierran bien su romance, con un epílogo que, a modo de pequeños y escuetos retazos de futuro, te ayudan a despedirte de sus personajes, reconociendo la huella que dejan en la memoria del lector. A modo de resumen, basta señalar que este libro, es una lectura perfecta y Ali Hazelwood siempre es y será sinónimo de buen entretenimiento, ya que nunca falla, ni decepciona.