Reseña: Pestilence, Laura Thalassa

Pestilence

Saga – Los cuatro jinetes 1
Editorial – Siren Books
Género – Fantasía
Puntuación ★☆☆☆☆

Cuando Pestilence llega a la ciudad de Sara Burn, sabe que toda la gente a la que ama y conoce tiene la muerte asegurada, a menos que ella misma detenga al jinete de aspecto angelical. Y eso es exactamente lo que Sara tiene en mente cuando dispara a la bestia impía con su escopeta.

Lástima que nadie le dijera que no se puede matar a un jinete.

Para su desgracia, solo ha conseguido acabar prisionera de un jinete muy cabreado, ansioso por hacerla sufrir. Pero cuanto más tiempo pasa Sara con él, más insegura está sobre los sentimientos de Pestilence hacia ella… y de los suyos.

Puede que Sara sea capaz de salvar la humanidad, pero para ello tendrá que sacrificar su corazón en el proceso.

 

Opinión personal

Primer libro de la saga Los cuatro jinetes y, como tal, presenta al lector un nuevo mundo de fantasía basado en los jinetes del apocalipsis, una trama cuyo argumento llama la atención enseguida, al entremezclar lo tradicional y lo novedoso de la temática, con el objetivo de captar la atención y atrapar, además de hacer de su lectura un entretenimiento destacable.

Pestilence es una lectura que, a pesar de que puede parecer a simple vista compleja, resulta sencilla de leer, al apostar por lo liviano en lo referente a la construcción de su paisaje literario y a su propia argumentación, un relato romántico pues, un tanto plano y de giros quizás demasiado reposados y con poca elaboración, la composición de su paisaje literario apuesta por lo directo, olvidándose del relleno argumental. Aunque si bien se trata de un relato de fantasía muy bien planteado y con el suficiente atractivo como para destacar por su leve originalidad, como historia romántica se echa en falta desde sus primeras páginas la emoción, así como la evolución más personal de la pareja, distanciándose así de su componente maduro. Su pequeño toque de aventura y de acción, con la implantación de cierto nivel de peligros, casa bien con la trama principal, pero en su conjunto, no hace brillar del todo a su historia, dejando el título como mera recomendación para deshacerse del aburrimiento, sin ir más allá de eso a pesar de las altas expectativas prometidas con su sinopsis.

Respecto a sus personajes principales, aunque las figuras de los jinetes despiertan un interés claro en el lector, puesto que no son muchas las historias centradas en ellos en el género, sus personalidades quedan un tanto indefinidas, fruto de la sencillez y la escasa apuesta por el detalle. Como pareja, ambos representan bien el cliché de enemigos a amantes, su confrontación constante adereza suficientemente su historia, pero muy a mi pesar, la falta de conexión con ellos ha marcado una constante en su lectura, su principal problema es sin duda la falta evidente de química. Como pareja romántica, se refugian en aquellos elementos más típicos, un erotismo explícito que, en muchas ocasiones opaca a los sentimientos, lo que provoca que las etapas propias del enamoramiento no estén del todo desarrolladas en sus escenas y de la sensación de que su trama romántica no esté por completo justificada en base a las emociones.

Se trata por otra parte, del primer libro leído de Laura Thalassa, una carta de presentación que no duda en mostrar sus alicientes como escritora, su apuesta por la sencillez y las descripciones alejadas de la complejidad, lo que le hace ser directa. Aunque posee un estilo que está bien, si que en verdad puede echarse en falta una mayor apuesta por el adorno, sus escenas en ocasiones son demasiado planas, en exceso frías y quizás la ausencia de naturalidad, hace que su historia no llega a enamorar tanto como su argumento parecía prever.

A grandes rasgos y, a pesar de sus peros, se trata de un libro que se lee ágilmente. Sus capítulos no en exceso largos y sus escenas sencillas, hace que la lectura adquiera un buen ritmo, llevándote a alcanzar sus últimas páginas enseguida. La ausencia de intrincados giros argumentales, hace que su historia carezca de sobresaltos y que, por tanto, no se sienta ese irremediable deseo de seguir leyendo. Apenas hay misterio en su trama y todo en su argumentación resulta predecible, lo que le hace ser un libro cómodo, puesto que arriesga poco en su construcción y se acoge a los elementos que mejor y habitualmente definen al género. Por otra parte, su final es el esperable, un cierre correcto que nada sorprende al lector.