Reseña: Los juegos de los dioses, Abigail Owen

11 de junio de 2025

Los juegos de los dioses

Saga – The crucible 1
Editorial – Hidra
Género – Fantasía romántica
Puntuación ★★★★★

Los dioses adoran jugar con nosotros, los meros mortales. Y, cada cien años, se lo permitimos…
Nunca he gozado del favor de los dioses. Más bien todo lo contrario, gracias a Zeus.
Estoy maldita y trato de pasar desapercibida en la Orden de los Ladrones, con la esperanza de que los caprichosos seres que gobiernan desde el Olimpo no reparen en mí. Algo que no es fácil, porque Zeus es el patrón de mi ciudad, San Francisco. Pero, de algún modo, sobrevivo. Hasta que, una noche, me cruzo con un dios distinto.
El peor dios. Hades.
Por primera vez, el dios del Inframundo va a participar en el Crisol, una competición que los dioses organizan para decidir quién será el nuevo rey que se sentará en el trono del Olimpo. Pero en vez de luchar ellos mismos, los dioses eligen a mortales para competir en su nombre.
 Pero, ¿por qué Hades me ha elegido a mí, a una donnadie que además carga con una maldición, como su campeona? ¿Y por qué mi corazón da un vuelco cada vez que dice que soy suya?
No sé si soy un peón, cebo o algo completamente distinto para este oscuro y tentador dios. ¿Cómo voy a saberlo si su mente tiene más secretos que estrellas hay en el cielo?
Hades juega usando sus propias reglas… y la Muerte siempre gana.
 

Opinión personal

Los juegos de los dioses, tiene uno de esos argumentos que enamoran al primer vistazo. En su sinopsis se entremezcla aventura, acción y romance, además de contar como telón de fondo a la mitología clásica, lo que es un punto más que interesante que aporta ese contenido llamativo siempre tendente a atrapar por su intención de resultar original.

Se trata del primer libro de una trilogía que, sin duda alguna, va a convertirse en una de las grandes novedades de este año. Siendo como es el primer tomo, asienta las bases de su trama, presentando a sus personajes y elaborando toda una red argumental muy bien definida y que huye de los excesos descriptivos para lograr así, convertirse en una historia por completo adictiva. A través de una sucesión de cruentas pruebas a modo de juegos ideadas para alzar como rey a uno de los dioses del Olimpo, se establece una sucesión de estrategias y luchas contra uno mismo y sus demás participantes, así como la composición de un puzle con una leve brizna de misterio que, poco a poco y de manera por completo natural, va encontrando sus respuestas, sin olvidarse con ello de ese toque de historia de amor tan atrayente como convincente. Aunque los juegos, sean el eje vertebrador de la trama, no resultan desde luego ensordecedores para los giros propios de su historia, sino que son la ambientación perfecta para dar forma a su contenido y así valerse de giros que te animan a leer preso de un ritmo vertiginoso, puesto que se trata de una novela altamente condimentada.

La escritora de este libro, busca no solo conectar con el lector, sino también convencerlo de que los viejos recursos literarios del género tienen todavía la fuerza suficiente para destacar. Aunque si bien, su trama no se esfuerza por resultar por entera novedosa, puesto que el arco argumental es un viejo conocido por el lector, sí que se afana porque su transformación resulte diferente, al apostar por pequeños matices únicos y un enfoque particular muy en la línea de lo que acostumbra Owen.   El despiadado mundo de los dioses, resulta ser el mejor de los escenarios para dar forma a esta intrincada aventura romántica, en la que cada prueba dará a conocer las intenciones de los dioses. Por otra parte, como historia de amor, es un relato cuidado, dulce, respetuoso con los tiempos y, sobre todo, centrada en la evolución personal de cada personaje, una primera toma de contacto que sin duda, promete una buena dosis de alicientes y expectativas con su segundo libro. Que se haya apostado certeramente por un amplia red de personajes, sin ninguna duda marca la diferencia y es que, aunque es Lyra la protagonista por excelencia y la narradora en exclusiva de la trama, Abigail Owen ha optado por nutrir su historia de personajes secundarios que aderezan y hacen que sus escenas destaquen más.

Este libro está protagonizado por grandes personajes, cuya personalidad y evolución encandilan desde la primera página, mientras que Lyra destaca por ser una heroína con gran espíritu luchador, los demás acompañan, configurando un clima de gran atractivo argumental. Se tratan tos ellos de personajes por entero maduros y, en parte complejos, que se desenvuelven bien en un paisaje que, aunque está muy bien descrito y justificado, trata de resultar sencillo a pesar de la complejidad que puede entreverse respecto a la red de relaciones de todo el arco mitológico del Olimpo, aunque debe advertirse que la autora, ha decidido apostar por un enfoque no tan clásico y literal de estas deidades, ya que se toma alguna que otra licencia “original”, puesto que no pretende ser un relato mitológico al uso, sino valerse del tema para conformar un romance repleto de acción. Por otro lado, Hades y Lyra, conforman una pareja de protagonistas, que son toda una delicia para el lector más versado en fantasía romántica, juntos crean una trama que no se deja nada en el camino para entretener. es fácil por tanto, conectar con ellos y sucumbir a su encanto propio. Su figura es quizás más adulta de lo que acostumbra la autora, con un erotismo en esta ocasión más explícito, aunque sigue perseverando en la sutileza y eso hace que sea un componente de menor importancia y de presencia reducida, ya que son los sentimientos y las emociones, la piedra angular de esta historia que tanto destaca.

Abigail Owen es una autora de lo más recomendable, sus tramas siempre consiguen alcanzar la categoría de lectura inmejorable, además de alzarse con el título de mejor lectura anual. Su facilidad para crear mundos de fantasía perfectamente nutridos, la convierten en una escritora recomendable y necesaria. Su elegante pluma literaria le lleva a confeccionar romances sustentados en la definición de las emociones, sin olvidarse de otros munchos elementos de interés, lo que hace que Los juegos de los dioses sea un libro completo al que le es fácil llegar al lector y convencerlo de que esta trilogía merece y mucho, estar en nuestras estanterías. Lyra es la encargada única de, a través de las palabras, dar forma a este mundo tan colorido, en un intento por dejar ciertos elementos en las sombras a modo de incógnita, de este modo Hades es un interrogante muy bien acogido.

Se trata de un libro, por otra parte, que a pesar de considerarse extenso y con un gran número de páginas, es tal su nivel de acción y los giros argumentales que estos plantean, que le hace ser una lectura por completo trepidante y, a la par, emocionante. Una vez que los juegos comienzan, las páginas vuelan y la historia de amor que se va transformando a fuego lento, enamorando hasta al lector más exigente. Es un libro que engancha y mucho, una historia que se lee en un suspiro gracias al estilo de su autora y, con ello, a su habilidad para que todas y cada una de las descripciones lleguen a resultar realistas. Como primer libro desde luego, cumple con su objetivo de entretener y va más allá de eso, convirtiéndose en una historia que no deja de ser en ningún momento toda una sorpresa literaria, una de las mejores lecturas de este año literario. Sus últimas páginas, desde luego, animarán al lector a hacerse con el segundo de los libros que hasta septiembre, no verá la luz en EEUU, así que tocará esperar. 

Reseña: Pacto con el jefe, Louise Bay

6 de junio de 2025

Pacto con el jefe

Saga – New York city billionaires 2
Editorial - Phoebe
Género – Romántica contemporánea
Puntuación ★★★★

Odio a mi jefe. Lo aborrezco. Me rompió el corazón hace dos años y ni siquiera recuerda quién soy. Vale, es verdad que yo estaba cubierta de pintura corporal azul eléctrico y llevaba peluca, pero ¿acaso eso es excusa para no recordar a la chica a la que le dijo que era su destino?
Ahora me veo obligada a trabajar para este imbécil solo porque puede darme el puesto que quiero de verdad: el de gerente de su hotel.
Cuando necesita una falsa prometida por un asunto de negocios, encuentro una solución sencilla: chantajearle. A cambio de que yo lleve su anillo, tiene que hacerme una prueba como gerente del hotel.
Es el plan perfecto hasta que se acuerda de cómo nos conocimos.
Entonces todo cambia y empieza a mirarme como si pudiera ver mi verdadero yo, me toca hasta hacerme flaquear y me besa con esa boca que amenaza con hacerme cosas de las que ni siquiera he oído hablar en las películas.
Solo hay una pega: puede volver, perfectamente, a romperme el corazón.
 

Opinión personal

Los libros de esta autora son, por lo general, una opción poco dada a la decepción puesto que su sencillez siempre es bien recibida por aquel lector que busca engancharse a un romance natural, desprovisto de grandes pretensiones, ejemplo perfecto de los tópicos más rentables del género. El argumento de este nuevo libro, poco o nada desvela de su trama más allá de lo esperable y es que, Pacto con el jefe aglutina aquellos elementos literarios, que no solo definen el estilo de Louise Bay, sino que además alude a clichés sobradamente conocidos y que a día de hoy, siguen enamorando. Aunque si  bien, se trata de un segundo libro dentro de una saga, debe advertirse que es una historia que puede leerse de manera independiente y es que, a pesar de que los protagonistas de la primera novela aparecen en este nuevo libro, apenas tienen relevancia en esta trama.

Con las páginas de este libro, se construye un romance desprovisto de complejidad y dramatismo, y es que su sencillez tiende a copar cualquier mínimo matiz único. Aunque todo en su relato resulta predecible y hasta cierto punto lineal, se trata de una historia de amor que no defrauda. Su narración, trata solamente de ahuyentar el aburrimiento y ofrecer la oportunidad de descubrir una trama autoconclusiva con la que se conecta casi desde la primera línea escrita, perfecta para cambiar el ritmo de nuestras lecturas, sobre todo intercalar con libro de naturaleza más densa. Que su trama central haga referencia al conocido cliché de la relación falsa, le lleva a contar con un paisaje no alejado de lo atractivo, tendente a propiciar una relación que, a pesar de la agilidad de su narración, se cuece a fuego lento, a medida que la cercanía autoimpuesta de ambos, se va transformando en sentimientos más profundos. Es un libro de corte seguro, prometiendo un entretenimiento alcanzable

Jules es una protagonista a la altura de lo que se espera de ella, un personaje principal tendente a llamar la atención, al igual que Leo, aunque ciertamente se construyen sus figuras bajo un molde ya sobradamente reconocido y apenas aluden a matices novedosos. Sin embargo, a pesar de ese handicap, juntos conforman una pareja literaria que ciertamente sabe acomodarse al relato y capitanearlo bien, a pesar de no ser del todo expresivos. Que ambos actúen como contrapuestos, al tener personalidades un tanto diferentes, supone ser un aliciente que adereza y aporta interés a su historia, de igual modo, su encuentro de años atrás, en una fiesta de disfraces que no salió del todo bien, aporta ese anonimato sincero, el punto de partida de una atracción que supone ser el inicio de una relación narrada bajo tiempos realistas. Aunque ninguno de ellos cuenta con una personalidad del todo elaborada o profunda, consiguen convencer sin esfuerzo. Su evolución personal, por otra parte, nada marcada, resulta creíble y, hasta cierto punto, dulce y eso le hace ser un libro recomendable que te brinda horas de cómoda y sencilla lectura.

Louise Bay no deja en ningún momento de ser una autora necesaria, capaz siempre de envolverte en una burbuja cómoda y hacer que sucumbas a un romance no del todo colorido, pero ciertamente resultón, cuyo objetivo único ha sido siempre entretener como si en verdad sus novelas fueran una película de fin de semana en el sofá de tu casa. Su sencillez, le lleva ser una autora por completo natural y de una elegancia tal, que le lleva a entremezclar sutil emoción con un erotismo que, aunque explícito, no se olvida de lo importante, definir primero las tempranas etapas del enamoramiento, para así dar rienda suelta a los elementos más físicos de la relación. Es una escritora que siempre es sinónimo de acierto.

Es un libro de extensión normalizada, sin un alto número de páginas que den vértigo, compuesto además por capítulos concisos que narran aquellos detalles de importancia, pero desterrando con ello explicaciones demasiado largas. Su autora, apuesta certeramente por escenas directas capaz de arrancarte alguna que otra sonrisa y diálogos constantes que ayudan a sentir a sus personajes como si fueran de carne y hueso. Todo en este libro es sinónimo de agilidad, es un libro que, por tanto, se lee rápidamente alcanzando lo prometido con su argumento, entretener a base de contar con una fórmula por entera clásica y tradicional, que no se aleja en absoluto de lo esperable de la temática, sin ser esto un elemento negativo. Sus últimas páginas, aportan ese cierre perfecto que motiva confeccionar una opinión positiva.
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