Reseña. Quédate a mi lado

Quédate a mi lado, de Jennifer L. Armentrout

Serie - Te esperaré 2
Editorial - Suma
Género - New adult
Puntuación ★★★☆☆ (3.5)

El amor es más poderoso que los secretos,

pero también más peligroso.

Teresa Hamilton lleva un año complicado: está enamorada de Jase, el mejor amigo de su hermano Cam, pero no se hablan desde que compartieron un beso increíble, de los que te cambian la vida para siempre. Y ahora una lesión amenaza con poner fin a su carrera como bailarina. Así que decide poner en marcha el plan B: ir a la universidad.

Jase Winstead guarda un secreto que no puede revelar a nadie. Ni siquiera a la guapísima hermana de su mejor amigo. Aunque es cierto que besar a Tess ha sido lo más intenso que ha experimentado jamás, no tiene tiempo para una relación..., pero no puede dejar de pensar en los labios de la única chica que podría complicarlo todo.

Cuando una tragedia sacude el campus, ambos tendrán que decidir qué están dispuestos a arriesgar para estar juntos... o a perder si no lo consiguen. ¿Podrá Tess convencer a Jase de que lo que hay entre ellos es mucho más que un único beso?

 

Opinión personal

Jennifer L. Armentrout, independientemente del género en el que escriba, siempre es una más que buena elección. Con frecuencia, su pluma ofrece al lector la oportunidad de disfrutar de una trama romántica, a la altura de cualquier exigente expectativa, en la que confluyen una serie de recursos y elementos literarios que embellecen si cabe más, esa idea de romance clásico que, cuya presencia siempre resulta recurrente.

Quédate a mi lado, es un libro en cuyo interior se gesta la relación entre dos personajes cuya profundidad personal, sacude las emociones del lector. Teresa y Jase, son dos personas que arrastran consigo el dolor de un pasado plagado de pesar, sus heridas aún están por cerrar y en ese mismo proceso de superación, exploran aquellos sentimientos que los acompañan desde hace un tiempo y que se gestaron ya en el pasado, sepultados por la relación de amistad que previamente han mantenido. Su propia historia de amor, se rodea de una construcción con el suficiente detalle como para resaltar, con diálogos sentidos y escenas descritas con la mayor de las sutilezas en las que se entremezcla pasión y sentimientos. Su sencillez se entrelaza con un dramatismo clásico y certero, en su intención de cautivar, se vale de una fórmula literaria única, muy representativa de su autora y que es siempre propicia para arrastrar y convencer, siendo la confirmación más fiel de que su estilo, es una opción a la que recurrir en cada ocasión que se precie.

Cada uno de los personajes que encarnan esta historia, son capaces de emocionar, cada uno en su justa medida. Su construcción puede llegar a denominarse como completa, se ha optado por rodear su figura de una dosis equilibrada de complejidad cruda, muy apegada a la realidad, aunque ha de advertirse que este elemento no copa cada matiz, puesto que también hay espacio para la cómoda sencillez, alejada de grandes y difíciles pretensiones, tan solo se busca perpetuar un estilo que ya en el pasado ha brindado muy buenos momentos de lectura. Cada uno de los recursos utilizados, está destinado exclusivamente a colorear más si cabe, su argumentación principal. Sus personalidades, no buscan en ningún momento acabar con ese molde de personaje principal que, frecuentemente se encuentra en este tipo de género, sino que más bien asienta su narración, con el único objetivo de entretener y verter en el lector la sensación de haber logrado alcanzar esa opción de lectura totalmente cómoda y armoniosa, en la que todo fluye a la perfección.

El estilo de Jennifer L. Armentrout ya es sobradamente reconocido por el lector. Su principal habilidad de convertir lo acostumbrado en algo único, le hace valerse de las mejores críticas. Sus argumentaciones, siempre logran llamar la atención y sus pequeñas burbujas literarias, brindan con frecuencia aquello soñado, es por ello que se trata de una autora totalmente necesaria. Aunque en esta nueva ocasión, se rodea únicamente de esos viejos recursos de escritura siempre capaces de convencer, ha sido inevitable sentir la falta de cierta chispa entre sus personajes, de un mayor dinamismo y una evolución quizás más marcada en lo referente a la idea propia de romanticismo extensida en su relato. Un pequeño pero que no ensombrece, para nada, un resultado final del todo óptimo y es que su historia, llega a enternecer y representar a la perfección todos aquellos elementos que componen con precisión un new adult potente. En las páginas de este libro, hay espacio para todo, incluso para la sorpresa y es que hay incógnitas que rodean a sus principales personajes que deben resolverse en su transcurso y que conectan aún más con un lector satisfecho, a pesar de sus escasos puntos negativos.

Se trata de este modo, de una novela de un ritmo totalmente ágil, que hace que su historia se lea en un mero suspiro. Su trama goza de matices de sutil belleza, que se convierten en el mejor aliciente para sentirse arrastrado, hasta alcanzar un final suficientemente armonioso y dulce. Sus últimas páginas, culminan una historia del todo resultona, que no desentona con las intenciones previas de hallar en él un entretenimiento básico y directo. Su quizás, falta se esencia, se resuelve a la perfección gracias a una Armentrout bastante conocedora de aquellos deseos por parte del lector, al detenerse en ciertos aspectos como el doloroso pasado de ambos personajes, dotándoles así de mayor presencia e interés.

Quédate a mi lado, es un libro que emociona de manera muy equilibrada. Aunque quizás sea cierto que se echa en falta una mayor chispa romántica, lo cierto es que es una novela perfecta para disfrutar de ella, cuya historia puede quedarse muy bien anclada en la memoria del lector.