Serie - Pecados 2
Editorial - Crossbooks
Género - Romántica actual
Puntuación ★★★☆☆ (3,5)
INTROVERTIDO. CAUTELOSO. EXTREMADAMENTE CORRECTO.Kai depende de una votación para convertirse en el CEO de su imperio familiar, por lo que el billonario no puede permitirse el lujo de distraerse con Isabella. Sofocado por responsabilidades y promesas, cuando están juntos siente que finalmente puede respirar.AUDAZ. IMPULSIVA. ALEGRE.Isabella no ha asistido a una sola fiesta en la que no fuera el centro de atención ni ha conocido a un hombre al que no pueda enamorar…, excepto a Kai, que es miembro del club exclusivo en el que trabaja como camarera.Pero aunque les cueste todo lo que tienen, no pueden resistirse a caer en la tentación de sus deseos prohibidos.
Opinión personal
Segundo libro perteneciente a la saga Pecados, de la
autora Ana Huang, cuyo estilo brinda al lector la oportunidad de disfrutar de
un romance altamente condimentado de sentimientos y erotismo, al puro estilo de
una escritora que ya acostumbra a historias realmente entretenidas que, desde
luego, no defraudan.
El rey de la soberbia, es de esos libros cuyo argumento sabe
bien captar la atención de la mano de unos personajes, previamente definidos en
el anterior libro y que cuentan con las particularidades necesarias para
encandilar. Alrededor de ellos, se teje un romance quizás no del todo teñido de
giros argumentales, tendentes a dejarte con la boca abierta, pero cuyo desarrollo
no desentona con el propósito básico y normalizado de una historia de amor
característica. A lo largo de sus páginas, se observa una historia de amor
transformada bajo el prisma de una evolución temporal creíble, en la que la
construcción personal es cercana, aunque no demasiado compleja. Su mayor característica,
es la sencillez, lo que le lleva a experimentar cierta falta de profundidad, aunque
dicha ausencia apenas se percibe puesto que su nivel de entretenimiento es
notable. Todo ello, convierte a este libro en una recomendación destinada a
hacer que el lector simplemente se abstraiga de su vida diaria, puesto que te envuelve
en una burbuja equilibrada y natural. Por otro lado, su contenido adulto le
hace ser una historia repleta de sensualidad, sin embargo, su peso argumental
no desentona, ni ensombrece otros alicientes, ya que el romance busca
constantemente sustentarse en los sentimientos de ambos personajes, aunque
estos no lleguen del todo a arañar el corazón del lector, por su liviana
emotividad.
Isabella es una protagonista capaz de arrancar sonrisas
gracias a su siempre risueña actitud, lo que le lleva a protagonizar escenas siempre
dispuesta a provocar sonrisas cómplices. Su lucha constante por alcanzar su
sueño de ser escritora y distanciarse de lo que se espera de ella, le lleva a ser un personaje principal nada conformista,
que busca encontrar su propio hueco, olvidando con ello experiencias en el
terreno de lo sentimental, nada memorables. Kai es un compañero argumental
perfecto, muy en sintonía con ella, lo que le lleva a ser una pareja que sabe
conquistar. Su pausado carácter, confronta con su lucha permanente por capitanear
la empresa familiar y preservar su legado, haciendo que su siempre correcto
comportamiento se tambalee por la atracción cada vez más reciente por la mejor
amiga de la mujer de su amigo. La transformación y la evolución de ambos, no está
del todo desarrollada, por su constante apuesta por la sencillez, pero sí
cuenta con ingredientes que, aun siendo un cliché reconocido, aún es una apuesta
certera por el lector, puesto que ambos hacen gala de un romance que muestra
cierto mimo en su evolución y, es que sus personalidades, les hace capitanear una historia ciertamente dulce que te acompaña creando ese clima de comodidad y acierto.
Ana Huang vuelve a apostar por un contenido abiertamente
ameno, sin complejos, pero en esta ocasión recurre a matices que luchan
constantemente por marcar cierta diferencia con respecto a la anterior
historia, lo que se agradece puesto que así es difícil sentir cansancio. El constante
intercambio de perspectivas entre sus personajes, ayudan a componer su
escenario literario en plenitud. Es cierto que el nivel de intensidad baja,
respecto al primer libro, pero aún así su atractivo llega a ser suficiente, ya
que brinda un entretenimiento óptimo. En esta ocasión, la autora rebaja un
poco la presencia de la sensualidad implícita en la relación de ambos, pretendiendo
así, que toda la atención se focalice en el terreno de lo personal, en
describir la lucha de ambos personajes por alcanzar sus sueños, sin perder la
esperanza de ser protagonistas de su propia historia de amor. Sigue percibiéndose
la soltura de la autora, para dar forma a lo ya conocido bajo un prisma que pretende
ser único, trasladar esa idea de que sus romances son realmente entretenidos y que,
por tanto, poco o nada decepcionan.
Es un libro que se lee muy bien, fruto de la agilidad de la
que se rodea. Sus capítulos, se estructuran de tal manera, con escenas
descritas con soltura, que son la mejor de las invitaciones a leer. No hay
altibajos en su interior, todo en él es predecible y aún así, su atractivo está
presente en todo momento. Su carácter natural, le hace ser una historia
cómoda, a la que recurrir sin miedo al fracaso, siendo parte importante en
el propósito de seguir descubriendo el estilo de una escritora que, bajo mi
opinión, es totalmente recomendable, aun cuando este libro no sea lo mejor de ella.
No hay sorpresas en esta novela, todo es lineal y progresivo, pero no por ello deja
de ser una novela dinámica y correcta.