Reseña: El quaterback y yo, Tay Marley

El quaterback y yo

Editorial - Montena
Género - New adult
Puntuación ★★☆☆☆

Dallas Bryan tiene un problema... Y se llama Drayton Lahey.

El guapísimo quarterback estrella del equipo de fútbol americano del instituto, desde que le dio un golpe a su coche con la moto, ha adoptado la irritante costumbre de sacarla de quicio y, como consecuencia, Dallas piensa en él mucho más a menudo de lo que debería..., y de una forma poco adecuada.

Pero Dallas tiene un objetivo: que la universidad de sus sueños la acepte en el programa de danza, y nadie, ni siquiera un dios deportista de ojos verdes y cuerpo musculoso, se interpondrá en su camino.

Sin embargo, el precio a pagar por lo que hay entre Drayton y ella podría ser su sueño... si él no le rompe antes el corazón.

 

Opinión personal

Se trata de un sport romance totalmente sencillo, que no pretende destacar en base a un contenido novedoso, sino que se esmera en narrar un romance que conecte bien con el lector, tal y como puede apreciarse en su sinopsis.

El quaterback y yo, es un new adult muy apegado a la temática sobre las que se construye su historia. Es un libro, poseedor de una trama de cierto contenido adulto, aunque es evidente que prevalece su naturaleza más juvenil, pero que cala bien ante un público que es firme defensor de este recurrido cliché. A lo largo de sus páginas, se llega a apreciar como la autora repite una fórmula de entretenimiento, que ya es una vieja conocida para el lector pero que, aun así, logra en ocasiones encandilar, puesto que logra intercalar en su romance, una especie de enemies to lovers no demasiado construido y ciertamente sutil, que si embellece un poco más su sencillez. Se trata pues, de una historia de amor básica y de escasa profundidad, aun cuando los sentimientos tejidos entre sus personajes, pretende echar mano de cierto nivel de complejidad, con sendas historias personales, algo más detalladas.

Dallas y Drayton son dos personajes principales, que sí saben bien conectar con el lector, si lo que se busca es la mera sencillez, lo que hace que, en parte, resulten atractivos. Ambos, están bien construidos y poseen una atención argumental que no es que destaque del todo, pero que si resulta correcta. La autora, no ha buscado dotarles de excesiva madurez, aunque en verdad se tratan temas que sí que aluden a esa naturaleza, sin embargo, se ha limitado a dar forma a su historia de amor, una trama por otro lado, quizás demasiado predecible y con una descripción de emociones demasiado limitada por su propia sencillez. Sentimientos y sutil sensualidad, se entremezclan de manera bastante equilibrada, sin destacar uno sobre otro, lo que hace que el foco esté exclusivamente en la evolución de su trama en conjunto.

Tay Marley, se presenta ante su público lector, en forma de carta de presentación. Esta historia, describe su estilo directo y de gran elegancia, pero a la que le cuesta emocionar del todo. Aunque en parte, su trama me ha resultado entretenida, debo admitir que no ha alcanzado las expectativas que su argumento prometía y es que admito, que esté cliché es uno de mis preferidos. Su historia me ha parecido en ocasiones, demasiado juvenil y excesivamente lineal, pero aun así, he encontrado matices en la pluma literaria, que me han resultado perfectos y que, sin lugar a dudas, me harán apostar de nuevo por su estilo en el futuro.

Sí que es cierto, que se trata de un libro realmente ágil, que se lee muy rápidamente. Sus veinticinco capítulos, poseen una naturaleza concisa, en la que se intercalan las perspectivas de sus protagonistas, lo que ayuda a generar ese ambiente de novela completa y cercana. Aunque se trate de una novela por completo lineal y poco emocionante, lo cierto es que su sencillez es muy bien acogida, lo que justifica en pleno su lectura y le hace ser recomendable, para todo aquel lector que solo trate de ser testigo de una historia de amor básica que no sorprenda. Por otro lado, sus últimas páginas, hacen que se trate de una despedida acogedora, aunque ciertamente esperable, pero que ayuda a cerrar el círculo argumental de esta pareja.