Editorial - Phoebe
Género - Romántica adulta
Puntuación ★☆☆☆☆
La vida de Sadie está a punto de cambiar. Después de trabajar durante años para la empresa automovilística McKay, esta es absorbida por Larsen, su mayor competidor del sector, y los trabajadores de la antigua plantilla de McKay tendrán que pasar un período de prueba si quieren mantener su trabajo.Decidida a olvidar sus problemas laborales, sale a cenar con sus amigas y conoce a un atractivo desconocido que le hará una vivir una noche de pasión. Sin embargo, lo que no se espera es que ese desconocido sea Hunter Larsen, su nuevo jefe…Una serie de malentendidos hará que tengan que fingir que son pareja, lo que no debería ser un problema si no fuera porque Sadie es incapaz de controlar la atracción que siente hacia Hunter…
Opinión personal🖉
La tentación, es uno de esos libros cuya argumentación
llama la atención lo suficiente como para seleccionarla como nueva lectura. Esa
misma sinopsis, contiene aquellos elementos literarios más representativos de
un género, el de la erótica o también llamada adulta, que hoy por hoy nos
sigue convenciendo, para apostar incluso con ojos cerrados por su temática.
A simple vista, es una novela muy representativa de un modo
de literatura que ya nos acompaña por largos años. Sus personajes
principales, y la trama que le rodea, escenifican claramente ese estilo plenamente
identificativo, al igual que su evolución y su ritmo. Es una novela de
extensión no demasiado larga, por lo que su lectura es rápida e incluso corta,
su sencillez por otra parte, también facilita un ritmo incluso vertiginoso. No
es un libro que esconda tras de sí, un gran misterio o que aspire a grandes
expectativas más allá de la de entretener. Emily Delevigne opta por una
simplicidad que, en ocasiones es necesaria, pero quizás se peca de una ausencia
de complejidad, lo que la convierte en una novela plana y poco vistosa que nada
experimenta en un género que aún puede guardarnos grandes sorpresa y
descubrimientos.
Con respecto a sus personajes, lamento decir que me ha sido
imposible conectar con ellos e incluso con su evolución. Apenas ofrecen
mayor atractivo que el de una relación puramente sensual, en esta ocasión el
romanticismo parece estar opacado por una argumentación excesivamente adulta.
La tentación, no va más allá de los viejos esquemas de la literatura
erótica, se conforma con exponer una historia cargada se sexualidad y se distancia
del romanticismo, una falta de conjugación que a mí no me resulta del todo
deseada.
El estilo de la autora, resulta grato, es natural y
sencillo. Sus escenas son directas y están tratadas con elegancia, un punto
más que favorable, pero en esta ocasión no ha sido suficiente. Al igual que
el primer libro de ella leído, me ha sido imposible encontrarme del todo cómoda
con esta lectura. A pesar de que Emily Delevigne apuesta siempre por la
sencillez, no es un libro que pueda ser considerado para mí, pero entiendo a la
perfección que, a ciertos lectores más fans de la literatura adulta más purista
les guste. Ha sido imposible, no sentirse algo huérfana en lo que a historia
se refiere.
Su ritmo por otra parte, ha sido ágil y motivador de una
lectura que es vista y no vista. Entre sus páginas, se da forma a escenas
exentas de complejidad, rápidas y concisas que buscan captar la atención del
lector. Es un libro ligero, cuyo único objetivo es brindar ese entretenimiento
siempre buscado o al menos anhelado. Su exclusiva apuesta por la
sensualidad, en ocasiones provoca alejarte de una argumentación quizás ya demasiado
sobreexplotada, que pocos sobresaltos argumentales brinda. No hay lugar para
la sorpresa entre sus páginas, es con sencillez una historia que no va más allá
de su propia sinopsis explicativa de su contenido.
A modo de conclusión, decir que su excesivo tradicionalismo
juega una mala pasada a aquellos lectores que buscan cierta dosis de
romanticismo en los relatos. La tentación es un libro demasiado representativo
de este género que, poco o nada apuesta o arriesga, trata solo de narrar una
trama ya demasiado común y típica. A pesar de que es estilo de la autora en
ocasiones brilla, no parece ser suficiente para originar una buena opinión. Solo
me queda asumir que se trata de una escritora que, no es para mí lamentablemente,
aun cuando sus argumentaciones inicialmente llaman la atención.