Saga –
The Darling Devils 2
Editorial – Alfaguara
Género – Juvenil romántica
Puntuación ★★★☆☆ (3,5)
Paige lo ha tachado todo en su lista de cosas que hacer
en el último año de instituto, excepto una cosa: nunca ha besado a nadie. Y la
culpa la tiene su mejor amigo, Grayson Darling.
Grayson es el tipo duro del equipo de hockey de la
escuela y tiene sus propios planes: besar a Paige. A él también se le está
acabando el tiempo. Entrenar a Paige para que tenga citas podría ser su última
oportunidad de demostrarle lo bien que estarían juntos.
Opinión personal
Mi querido gruñón es un libro del todo sencillo y a la vez
una lectura de lo más entretenida. Su temática juvenil, le hace ser un libro
con el que es fácil entonar una conexión, sin que exista ni un ápice de
decepción. Es una historia que, desde su primera página se deja querer, con
unos personajes del todo entrañables, muy capaces de construir un romance
bonito e ideal para ser el entretenimiento perfecto.
Su condición de segundo libro en una misma saga, le hace
contar con cierto nivel de expectativa, generado sin duda por la presentación
de ambos personajes principales en la primera de sus historias. Su título por
otra parte, tiende a prometer una trama caracterizada por las peculiaridades de
un protagonista taciturno que, desde su niñez, esta enamorado de su mejor
amiga. De esta manera, Mi querido gruñón representa un viejo cliché resultón
como es el Friends to lovers, dando lugar a un conjunto de escenas muy
bien ejecutadas con giros argumentales que, aun no siento nada sorpresivos y
ser por completo esperables, te mantiene pegado a su transcurso gracias sin
duda al estilo de su autora. La convivencia entre ellos bajo un mismo techo
durante dos semanas, así como la vuelta de un viejo amigo a sus vidas y el propósito
de Paige de dar su primer beso, acelerará los planes de Grayson de confesar sus
sentimientos, lo que será el campo de batalla para que ambos acepten sus
sentimientos.
Grayson es un protagonista muy carismático, su personalidad
un tanto huraña le hace componer un romance bonito y, sobre todo, dulce. La
evolución de este personaje es quizás más elaborada que la su su hermano,
protagonista del pasado libro, que sus sentimientos estén asentados desde el
primer capítulo, no es desde luego un elemento negativo, sino que establece la
configuración de un contexto argumental que da lugar a una historia que te deja el corazón calentito por su dulzura, con escenas que saben destacar. Paige es a su vez una chica que busca salir
de su cascarón y para ello confecciona una lista de cosas por hacer, lo que le
llevará a aceptar acercarse más a Grayson. Son una pareja literaria con la
que se conecta sin esfuerzo, puesto que se alejan del drama y simplemente se
envuelven en una sencillez que propicia una más que buena opinión. Tampoco
existe entre ellos escenas definidas como spicy puesto que su componente
juvenil adorna cada matiz, haciendo que se alejen del mayor componente adulto.
Alexandra Moody vuelve a confeccionar de nuevo un romance bonito y encantador, lo que le hace ser una lectura muy cómoda, a la que
recurrir sin un ápice de miedo. Su elegancia da lugar a una sencillez con la
que no se echa en falta nada, aunque esta resulte básica. Este segundo libro, al igual que el anterior, construye su romance como si se tratara de una peli de fin de semana que sabe muy bien
entretener y crear consigo una sonrisa de complicidad.
Se trata de una lectura ligera, que se lee un suspiro, lo
que le hace ser el libro perfecto si lo que se busca es simplemente dejarse
entretener por un romance en parte vistoso, pero sobre todo dulce. Sus
capítulos son concisos y su extensión en lo relativo al número de páginas es
del todo no es exagerada, es fácil por tanto leer su historia en una tarde. El intercambio
constante de perspectivas entre ambos protagonistas, lleva a que las páginas
pasen ágilmente y aunque se hace patente una falta de profundidad en su
composición argumental, así como giros no demasiado elaborados, lo cierto es que un libro que se deja querer, una
opción de lectura de lo más aconsejada, un sport romance no demasiado centrado
en la temática sino más bien dar forma a su trama resultona, una historia de amor destinada únicamente a acercarse al lector y crear consigo la sensación de ser un libro perfecto, sobre todo, entre lecturas de corte más denso.


