Reseña: God of ruin, Rina Kent

7 de noviembre de 2025

God of ruin

Saga – Legacy of gods 4
Editorial – Montena
Género – Dark romance
Puntuación ★★★☆☆ (3,5)

Busco venganza.
Después de una cuidadosa planificación, le di al hombre que se metió con mi familia un poco de su propia medicina.
Pensé que terminaría ahí.
Pero no fue así.
Landon King es un genio artista, un niño rico elegante y mi peor pesadilla.
Ha decidido que soy la nueva incorporación a su juego de ajedrez.
Lástima para él, no soy un peón.
Si él pega, yo devuelvo el golpe el doble de fuerte y con la misma hostilidad.
Dice que me arruinará.
Pero no sabe que la ruina va en ambos sentidos.
 

Opinión personal

Good of ruin es un libro que representa la continuidad no solo respecto al estilo de la autora, sino también de la saga en la que se incluye su historia. Landon es el protagonista de esta cuarta entrega, un personaje que desde el primer libro, han logrado captar la atención por las complejidades de su personalidad, un artista ajeno a las emociones. De esta manera su romance anima al lector a apostar por su lectura casi con ojos cerrados.

Rina Kent vuelve a retomar su versión particular de un dark romance que no se desprende de ningún elemento y recurso literario que pudiera destacar. Su mezcla casi perfecta entre complejidad y sencillez, le lleva a ser una lectura no solo llamativa, sino de un nivel de entretenimiento álgido que no defrauda, aunque debo avanzar que su historia no ha cumplido del todo mis expectativas, aunque si bien, si me ha brindado el ser testigo de una historia romántica que sí sabe entretener. Era difícil dar forma a esta cuarta entrega, la presentación de Landon ha provocado que se genere un nivel de expectación muy alto, lo que conlleva un gran riesgo, puesto que dar forma a su transformación para que esta resulte cercana conlleva un gran trabajo en la construcción de escenas, para que este resulte más humano y los sentimientos que le son ajenos, se acerquen al lector, desde el primer libro, esta pareja se antoja atrayente, puesto que su condición de enemigos y los choques familiares que les rodean, les da un aire interesante.

Este cuarto libro está protagonizado por tanto, por una pareja que sabe ser llamativa desde el principio. Las circunstancias personales de ambos, hace que su trama sea un tanto diferente. Aunque si bien la evolución de Landon está muy bien definida y es capital para la historia misma, es Mia quien más destaca sin duda, por ese enemigo en la sombra que la paraliza. Su pasado, marcado por la violencia ha hecho que su voz se apagara y que impusiera una barrera entre ella y el resto del mundo, lo que hace que con cada página, ella se abra para curar las cicatrices. A través de los capítulos, el lector irá desentrañando los secretos escondidos desde su niñez, sin olvidarse del romance vivido por esta pareja. La autora desarrolla en las páginas de este libro, una historia de amor compleja a veces un tanto descafeinada, porque quizás a ambos personajes, les resulta difícil llegar de manera completa al lector, al menos en sus primeros capítulos con su atracción casi instantánea, lo que provoca que los sentimientos en ocasiones dejan algo frío a su espectador, pero quizás esto sea debido a las expectativas inalcanzables.

Rina Kent es ya especialista en dar forma a un dark romance que, si bien es oscuro no es del todo controvertido, puesto que se centra casi de manera en exclusiva en la conformación de la personalidad de sus personajes, y en la evolución propia y personal de sus vidas, adornando con cierto toque de complejidad una trama que, en resumidas cuentas, es un cliché, pero al que sabe sacarle partido. Aunque es de un erotismo explícito y constante, sabe dejar espacio a las sentimientos para que estos adquieran importancia, construyendo con ello un romance al que le resulta relativamente fácil ser cómodo. En el estilo de la autora, siempre destaca su capacidad para ser directa, así como acudir a cierto nivel de acción para aderezar. Aunque no puedo evitar sentir que este libro no me ha dado todo lo que buscaba, lo cierto es que ha sido un acierto ser testigo de la historia de Landon King, puesto que de nuevo este enemies to lovers te atrapa y te anima a leer.

God of ruin es un libro que se lee muy bien, con capítulos no demasiado extensos que se ven favorecidos por un ritmo ágil que hace que las páginas vuelen. A pesar de no haberse acercado al nivel de entretenimiento pretendido en su inicio, lo cierto es que es un libro que deja tras de sí una buena opinión, sensaciones positivas que te animan a seguir apostando por la lectura de los dos siguientes libros que restan de la saga. Aunque su trama se sirve de giros argumentales mesurados, es conveniente advertir que en sus últimas páginas, se suceden una serie de elementos de gran acción que resultan muy absorbentes y que dinamizan su final, coronado además de dos epílogos que saben decir adiós.

Reseña: Burnout, Rebecca Jenshak

5 de noviembre de 2025

Burnout

Saga – Hermanos Holland 1
Editorial – Montena
Género – New adult
Puntuación ★★★☆☆

Un chico malo, guapísimo y tatuado con el que crucé varios insultos… ¿Y ahora quiere que le ayude?
Knox Holland está metido en un buen lío. Tras un primer año fantástico en el circuito profesional de motocross, ahora mismo debería estar comiéndose el mundo… Pero, por culpa de su mala reputación, ha terminado sin equipo. Y está desesperado por ponerle remedio.
Por eso se presenta en mi gimnasio para pedirme que lo entrene. Soy una gimnasta universitaria con dos medallas olímpicas a mi nombre, así que sé alguna que otra cosa sobre presión por conseguir el éxito. La temporada pasada titubeé y me lesioné antes de poder demostrarle al mundo que no estoy acabada ya a los veintiún años.
Estoy centrada en el futuro: no puedo permitirme ninguna distracción. Sin embargo, reconozco la desesperación en los ojos de Knox, así que tampoco soy capaz de decirle que no.
Debería haber sido un trabajo fácil, pero, con Knox, nada lo es. En cuestión de segundos, paso de discutir con él a disfrutar un poco demasiado cuando lo miro hacer verticales sin camiseta.
Enamorarme de él sería un error…
 

Opinión personal

Burnout es un libro sencillo que narra un romance de lo más básico, pero no por ello menos entretenido. Sabe cuáles son los elementos más determinantes dentro de la narración, para lograr crear un clima cómodo que anime a leer, sin necesidad de experimentar dentro del género, elaborando una trama que sin sobresaltos te conduce a través de una evolución previsible, pero también certera en su objetivo de conseguir que su elección aleje al lector del aburrimiento.

Se trata también, del primer libro de una saga centrada en los hermanos Holland, que han tenido que madurar a marchas forzadas tras la pérdida de su madre y la inexistente presencia de su padre, una carta de presentación que, sin duda, con la lectura de su argumento, llama la atención, prometiendo con ello horas de lectura sosegada. Es, un sport romance que trata por tanto de acariciar en parte cierto aura de dramatismo, pero sin beber del todo de sus fuentes. La autora ha sabido muy bien componer su historia, sin la necesidad de acercarse a la complejidad, solamente centrada en la confección de un romance que combina con armonía, sentimientos y sensualidad, con escenas de contenido spicy que no ensombrecen o restan espacio a lo importante. Se establece cierto nivel de conexión con la trama, aunque si bien tiene dificultades para configurar un recuerdo que permanezca con el paso del tiempo, lo que le hace ser un libro perfecto para dejarse entretener sin más.

Knox y Avery son personajes que no se alejan nada de lo esperable y acostumbrado, sus personalidades no sorprenden y en cierta medida, son muy lineales, lo que los lleva a no emocionar de manera completa ciertamente. Aunque es Knox quien más es capaz de llamar la atención, debido a su complicada historia familiar, lo cierto es que se trata de una pareja que representan bien el cliché de chico conoce a chica y la tracción entre ellos es instantánea. Aunque ambos encarnan bien las etapas del enamoramiento, sin llegar a incidir demasiado en ellas, es palpable la falta de profundidad y madurez, los sentimientos descritos entre ellos son de lo más sencillos, pero también de lo más ideales, si el objetivo del lector es disfrutar de una trama desprovista de enredados giros que hagan que su lectura sea pesada. La autora ha decidido que ambos protagonicen su historia a partes iguales, con perspectivas individuales que ayuden a componer el mapa argumental de manera completa, para que no quede así fleco por pulir. Aunque en el terreno de lo personal apenas hay variación, lo cierto es que es una pareja resultona.

Rebecca Jenshak posee un estilo de escritura que convence por su ligereza a la hora de componer las escenas de su novela. Su prosa directa y alejada de controversias y complicaciones, le hace ser una opción de lo más válida y necesaria, puesto que su historia se hace de lo más recomendable para un lector que solo pretende desprenderse del aburrimiento cotidiano. Como primer libro, sabe convencer en base a su historia, pero también a la previa descripción de futuros personajes. A pesar de los retazos vislumbrados de dramatismo, lo cierto es que todo intento por destacar, queda sepultado tras el objetivo principal de la autora por resultar sencilla y a la par amena y es por ello, que no duda en echar mano de tópicos o de giros planos.

La sencillez de esta trama, hace de ella una lectura tremendamente ágil, de giros argumentales planos, pero resolutivos, gracias a capítulos concisos y una extensión respecto al número de páginas que no es ciertamente larga. Sin grandes giros que aderecen su historia principal, se alcanza pronto su final, una despedida previsible, muy en consonancia con el resto del libro, aunque quizás su romance se cierra demasiado rápido, sin aristas que embellezcan su historia, llevándote a un epílogo que solo trata de entonar un adiós que convenza en su conjunto, sin apenas brindarte grandes detalles significativos.
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