Serie - Windy city 1
Editorial - Montena
Género - Romántica actual, erótica
Puntuación ★★☆☆☆
ZANDERSEl hockey en Chicago no sería nada sin mí; la multitud necesita alguien a quien odiar. Sé cuál es mi papel, y lo represento a la perfección. De hecho, me encanta pasar la mayor parte del partido amonestado en el banquillo para luego dejar el estadio con una chica distinta cada noche... o eso es lo que quiero que piense la prensa.Lo que no me gusta es la nueva azafata del avión privado del equipo. Ella trabaja para mí, no al revés. Pero me aseguraré de recordárselo, y para cuando termine la temporada deseará no haber aceptado el puesto.Pero en cada vuelo estoy más confundido, y ya no logro distinguir si sigo pulsando el botón de llamada para fastidiarla o es que hay algo más.STEVIEHace años que soy auxiliar de vuelo. Pensaba que lo había visto todo, pero cuando entro a trabajar para la superestrella más ególatra y arrogante de la Liga Nacional de Hockey, empiezo a replanteármelo todo. Especialmente la promesa que me hice a mí misma de no volver a tirarme a un deportista jamás... por mucho que me atraiga.Evan Zanders no tiene filtro ni complejos, y se tiene demasiado creído lo bueno que está. Adora la imagen que proyecta, pero yo detesto todo de ella.Todo... menos a él.
Opinión personal
Tras innumerables reseñas positivas que recomendaban su
lectura y una sinopsis capaz de despertar el interés de cualquiera, era imposible
descartar esta reciente estrenada novedad. Se trata de una novela de corte
romántico erótico, con una argumentación que bien pudiera definirse como
sencilla, en la que poco o nada se arriesga y que alude a los recursos más representativos
de la literatura.
Rozando el cielo, es la primera entrega de una saga cuyo
nombre es Windy city que ya cuenta con un total de cuatro libros publicados,
todos ellos autoconclusivos y protagonizados por personajes totalmente independientes.
Como primer libro, tiende a sentar las bases de un paisaje literario que no es tendente
a sorprender, pero si a seducir a todo aquel espectador enamorado del conocido
cliché del deportista profesional. En sus cincuenta y seis capítulos, se narra la
relación entre un jugador de hockey rompecorazones y una azafata de vuelo
repleta de complejos derivados de su físico. La relación planteada entre
ellos es tendente, en innumerables ocasiones, ha ofrecer un contendido
abiertamente y explícitamente sexual, debido a ello, su aderezo puramente sentimental
en ocasiones, se ve ensombrecido e incluso llega a ocupar un puesto secundario
que lleva a no colmar del todo las expectativas de romanticismo de su lector. Su
historia, desde el punto de vista evolutivo, se antoja lineal y plana e incluso,
a veces desborda a su espectador por el nivel de relleno del que se sirven
algunas de sus páginas, haciendo que el libro resulte un tanto denso. Su romance en ocasiones, no fluye con agilidad,
quedando estancado entre detalles que nada suman en su labor de entretener y alejando otros aspectos que hubieran rsultado más prometedores.
Zanders representa en multitud de momentos, todos aquellos
elementos que definen a un personaje principal masculino en este género en
concreto, su rudeza, la desconfianza del amor, un pasado marcado por el dolor y
la pérdida, el miedo a sentirse rechazado e incluso, el predominante deseo de
esconder cada emoción tras el terreno físico. Es un protagonista a veces
enjaulado en el esquema literario representativo, que apenas experimenta cambio
alguno o una transformación más evidentemente compleja de su personalidad. Aunque
si bien, en algunos momentos parece querer brillar con luz propia, al intentar
hacer hincapié en el dolor impuesto por el abandono de su madre y su lucha por
madurar, su personalidad se ve sepultada por una serie de recursos
desalentadores, como la reiteración constante del erotismo del que hace gala. Stevie al igual
que él, posee rasgos que hubieran estado bien disfrutar más, porque sus leves
diferencias prometían en sus primeras páginas un alto nivel de conexión, debido a que tras sus rasgos de personaje principal no se
esconden tras las medidas perfectas en el terreno de la apariencia física, un cambio
acertado e incluso sorpresivo, que siempre encandila al lector más propenso a
disfrutar de los pequeños matices, pero de alguna manera toda aquella promesa, queda
arrinconada tras un segundo plano poco alentador.
Siendo como es, la primera toma de contacto con el estilo de
escritura de Liz Tomforde, debo admitir que, a pesar de que
argumentalmente no me ha convencido, sus recursos literarios pueden y deben
valorarse positivamente haciéndote prometer darle una nueva oportunidad en el futuro.
Entre su pluma, destaca su amplia soltura en el terreno de la descripción, las
escenas más destacadas de ella, ayudan a conformar una leve burbuja de naturalidad y sencillez.
Su agilidad, le lleva a crear capítulos no en exceso largos, copados de
diálogos algo directos que si amenizan el relato, incluso cuando su contenido es
expresamente básico o carece de importante significado. Sin embargo, aquellos elementos más positivos, no llevan a
olvidar su falta de dinamismo y su escaso aporte argumental, en el que el romanticismo apenas goza de cabida, al no representar con el justo peso a las emociones y a los sentimientos de ambos.
Se trata, como bien ya se ha apuntado en el número exacto de
capítulos, de una novela muy extensa, quizás demasiado. Los casi inexistentes
giros argumentales, llevan a no capturar del todo la atención del lector, puesto
que su transcurso apenas atrapa y eso es da lugar a alejar al lector de su contenido.
Sus nulos sobresaltos hacen que, en parte, se trate de un libro que se lee bien
aun cuando no enamora como se hubiera podido prever. Los constantes
intercambios de perspectiva no amenizan tanto, puesto que su constante y
recurrente alusión a ese contenido sexual, le lleva a no favorecer el crecimiento
personal y mucho menos el proceso del enamoramiento, al no encontrar apenas detenimiento en los detalles de mayor atractivo de sus personajes principales. Su epílogo por otra parte,
es una despedida al uso, con un aire tradicional y repleto de una sencillez que
no se escapa de lo esperado y de lo que se acostumbra a verse como previsible.
Rozando el cielo, no ha sido la novedad esperada. Su historia
apenas me ha atrapado a lo largo de su lectura ya que, a mi entender, apenas
hay espacio para la emoción, por un relato poco equilibrado en relación a su combinación
de erotismo y sentimientos. Se trata de una primera entrega nada positiva, que no
alienta mucho el interés por conocer las historias sucesivas que esta primera
novela platea.
hola
ResponderEliminarno lo veo para nada un libro para mi, y después de leerte ratifico mi opinión... que pena que no haya sido lo que esperabas. Yo lo dejo pasar
Gracias por la reseña
Besotessssssssssssss
¡Hola! No lo conocía pero por todo lo que cuentas sé que no sería una buena lectura para mí. Siento que no te haya convencido y que ya no vayas a leer el siguiente. Un besote :)
ResponderEliminarHola, una pena que no te haya gustado, a mí me llama la atención, sobre todo por tener una lectura mucho más ligera y que solo tenga como misión entretener, así que me lo anoto para un futuro.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Hola
ResponderEliminarTe voy leyendo y tengo claro que es que ni siquiera me lo planteo, ya de por si la erótica me cuesta, con lo que cuentas se que no es para mi
Un bes💕
Holaaaaa =)
ResponderEliminarDefinitivamente no me animo, gracias por la reseña ^^
Besitos :P
Hola.
ResponderEliminarA mi me llama bastante este libro. Siento mucho que no haya sido para ti pero en mi caso me arriesgaré y lo leeré cuando pueda, a ver si me gusta.
Nos leemos.
¡Hola cielo!
ResponderEliminarYo estoy deseando de leerlo, una pena que no haya sido lo que esperabas.
Gracias por la reseña, un besote enorme.