Reseña · Una noche y nada más

Una noche y nada más, de Whitney G.

Serie | Independiente
Editorial | Phoebe
Género | Romántica adulta
Puntuación ★★★

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Opinión personal

Una noche y nada más, viene precedido de un gran número de reseñas positivas publicadas en los distintos blogs literarios nacionales e internacionales, convirtiéndose así en el argumento de mayor peso a la hora de decidirse por su lectura. Su sinopsis, así como su portada, también motivan a un lector siempre dispuesto a dejarse sorprender tras intuir cierta promesa de distinción y novedad dentro de su propio grupo de clasificación. Su temática, le obliga a verse las caras con otras novelas de corte adulto o simplemente erótico, un género que queda plenamente  expuesto en esas líneas explicativas de su contraportada y que definitivamente, no llaman a engaño.

Andrew Hamilton, protagonista masculino de este libro, cumple uno a uno aquellos elementos más  representativos de los personajes de tal estilo de escritura más centrado en los aspectos físicos de la relación romántica. Su carácter controlador, apático y en ocasiones insensible con lo que le rodea, llama la atención del lector casi sin esfuerzo. Sin ni siquiera proponérselo, se convierte en uno de los aspectos más controvertidos de la novela, cuya argumentación gira en torno a su figura, lo mismo que nuestra opinión final. Su personalidad marcada, servirá de contexto sentando las bases de un inicio de relación carente de sentimientos que poco a poco evoluciona hasta un resultado final más cercano al romanticismo. Es en su figura donde más se apreciará la construcción de esa historia de pareja. Junto a  Aubrey, el personaje femenino protagonista, se conforma una historia de amor lo suficientemente llamativa como para no resultar indiferente a un lector aficionado al tipo de novelas que representa ser este libro.

[Argumento] Me llamo Andrew Hamilton y soy uno de los mejores abogados de Nueva York. No puedo perder mi tiempo con relaciones románticas, por lo que cubro mis necesidades saliendo con mujeres que conozco de forma anónima a través de una web de ligues.
Tengo un gusto muy particular: rubias y curvilíneas, que a ser posible no sean unas jodidas mentirosas (aunque eso es otra historia).
Mis reglas son muy sencillas: una cena. Una noche. Sin repeticiones.
Se trata solo de sexo. Ni más. Ni menos.
Por lo menos se trataba de eso hasta que conocí a «Alyssa». Yo pensaba que era una abogada con la que intercambiaba opiniones jurídicas a altas horas de la noche, alguien con quien hablar…
Pero, de repente, se presentó en mi bufete para una entrevista… Y todo cambió.

Whitney G., autora desconocida para mí, se presenta ante el lector español con una historia que guarda bien a sus adeptos, siendo representante de aquellos aspectos más característicos del género de lo adulto. Su pluma de escritura perpetúa un estilo ya de sobra conocido y leído, apostando en gran medida por lo tradicional más que por la novedad. Cada una de sus escenas se encuentran descritas desde el punto de vista más físico y menos sentimental. Aunque su relato es cierto, que no se desprende del manto de la elegancia, sí que resulta en ocasiones abrumador estar envuelto en tanto erotismo. Es necesario reconocer que la evolución marcada entre personajes está meditada y plenamente justificada, dando un sentido a todo en su final. Sin embargo, su relato se ve en parte limitado por aquellos elementos más representativos de la literatura erótica.

Como primera toma de contacto con la autora, este libro no ha resultado tan positivo como espera, pero a la vez tampoco ha sido negativo. El género de la romántica adulta ha experimentado en los últimos tiempos una evolución hacia su vertiente más romántica, lo que ha llevado al lector ha encontrarse más cómodo con su relato. Este libro, a mi juicio, está demasiado fundamentado en esos viejos y tradicionales aspectos, lo que impide enamorarse de su relato, al menos de manera plena. Aun con ello, es necesario considerar a esta autora en un futuro que espero no sea lejano ya que su estilo bien merece la pena.