Reseña. Si no hay una mañana

Si no hay un mañana, de Jennifer L. Armentrout

Editorial – Puck
Género – Romántica juvenil
Puntuación

Lena Wise siempre está mirando hacia el mañana, especialmente al comienzo de su último año de instituto. Está lista para pasar tanto tiempo con amigos como sea posible, para terminar las solicitudes universitarias y, tal vez, para hacerle saber a Sebastian, su mejor amigo desde la infancia, lo que realmente siente por él. Para Lena, el próximo año va a ser épico, un año lleno de oportunidades. Hasta que una elección, un momento, destruye todo. Ahora Lena no está pendiente del mañana. No cuando el tiempo con sus amigos nunca será el mismo. No cuando las solicitudes universitarias se sienten casi imposibles. No cuando Sebastian nunca podría perdonarla por lo que pasó. Por lo que dejó que pasara. Con la culpa creciendo cada día, Lena sabe que su única esperanza es seguir adelante. Pero ¿cómo puede seguir adelante cuando se ha redefinido su existencia y la de sus amigos? ¿Cómo puede seguir adelante cuando el mañana ni siquiera está garantizado?

Opinión personal

Jennifer L. Armentrout vuelve a alejarse de uno de sus géneros estrellas, la romántica paranormal, sobrenatural o de fantasía, como bien se la quiera llamar, para erizar la piel del lector y provocar en él sentimientos del todo desgarradores. Si no hay un mañana, catalogada como novela juvenil, narra una historia desgarradora apenas esbozada en su sinopsis, de ahí que uno se sorprenda de manera grata por hallar una historia de tal signo, narrada desde la calma y elegancia típica de una autora con un más que formidable estilo literario. Sin lugar a dudas y ya desde su principio, se especifica que estamos ante un libro que bien pudiera ser catalogado como distinto o diferente, una novela que deja tras de sí una resaca literaria y sentimental muy profunda, para grabarse a fuego en nuestra retina y memoria.

Como bien se ha discho, se trata de una novedad de la que no hay que olvidarse. El contenido de este libro, hace que merezca la pena y te convenzas a tí mismo de que Armentrout es una escritora que no decepciona, independientemente del género en el que se envuelva. Ya sea con lo sobrenatural o lo contemporáneo o juvenil, sabe bien que ha de trasladarse para captar la atención y enamorar a aquellos que deciden sin miedo dejarse llevar por sus historias. Desde su mismo principio, disfrutaremos de su estilo más característico. La elegancia en sus letras, siempre presente y la sencillez de un relato más juvenil que lo acostumbrado en ella, dan forma a una trama de la que pocos detalles se han de dar, a parte de especificar que se trata de una historia narrada desde el dolor de una perdida desgarradora, además desde una culpa fomentada por los remordimientos de un hecho fortuito pero ciertamente difícil de superar.

A pesar de esa sencillez especificada en su temática por escaso contenido adulto, si se equipara a otras homólogas como el conocido new adult, el lector se ve sorprendido por una complejidad de sentimientos comprendidos y valorados, puesto que son ellos, esa maraña de sentimientos contrapuestos, el eje fundamente sobre esta novela centrada en el perdón y en dejar ir a aquellos a quien quieres. Me ha parecido grato, este escenario lleno de dolor, cada uno de los personajes que completan esta historia, se envuelven en tal sentimientos, luchando de manera constante por superar ese sentimiento para ser capaces de mirar hacia delante. Su pareja de protagonistas, se rodean de una serie de personajes que los complementan y en ocasiones, dan sentido a su propia naturaleza. Si no hay un mañana, es un libro para dejarse sorprender, para el disfrute de un lector que desea en ocasiones adentrarse en una senda algo más complicada, con sentimientos contrapuestos en sus personajes que fácilmente traspasan las páginas y provocan sensaciones que nos llevan a convencernos de que una vez más Armentrout es una opción de la que no hay que olvidarse.

Respecto a su ritmo, poco se puede decir más que es ágil. Este relato, se solventa sin ningún tipo de contratiempo, la lectura de esta historia es rápida y en base a ello apenas son dos días en los que estaremos inmersos. Su recomendación está asegurada y muy merecida, Si no hay un mañana es de esos libros con los que dejarse llevar, un descubrimiento propio de una historia que vale más por lo que calla en su argumento y la confirmación de que su autora merece estar en lo más alto de nuestro esquema propio de escritoras favoritas. Sin lugar a dudas, se trata de una opción de lectura que será dificil de olvidar con el paso del tiempo.