Reseña. Violet Bay

Violet Bay, de María Beatobe

Editorial - Phoebe
Género - New adult
Puntuación ★★☆☆☆

Es el primer año de universidad de April Miller en Violet Bay. La solución perfecta para poner distancia con su padrastro, con el que no tiene una relación en absoluto cálida.

Noah Lowell comienza su segundo curso en la misma universidad que April, sin embargo, su cabeza está a muchos kilómetros de allí: tiene un problema familiar grave y no termina de centrarse en los estudios por mucho que intente aparentar que no pasa nada.

Un encontronazo en una fiesta provoca que no se conozcan de la mejor manera posible, pero un par de situaciones delicadas, una exnovia persistente y unos mensajes por Instagram harán que poco a poco vayan cambiando la percepción que tenían el uno del otro y comiencen a sentir una fuerte atracción. ¿Pero podrá sobreponerse a todos sus problemas eso que crece dentro de ellos y que no quieren pensar que es amor?

Aroma a Ylang Ylang, amaneceres en secreto, fiestas universitarias, tarta de zanahoria casera, mensajes sugerentes y divertidos y una azotea con demasiados recuerdos darán vida a esta historia donde los abrazos serán mucho más que una muestra de cariño.

 

Opinión personal

Se trata de una de las ultimas novedades de la editorial Phoebe, un libro autoconclusivo perteneciente al género del new adult y cuya historia ensalzada en su sinopsis, siempre logra atraer al público más fiel de esta temática juvenil con evidentes tintes adultos y así convertirse en una opción notable de futura lectura.

Violet Bay es una historia que no llega a sorprender del todo, puesto que exuda aquellos elementos literarios más conocidos y tradicionales, utilizando así una fórmula de entretenimiento que no es ajena al lector y que apenas experimenta cambio alguno en su interior, un hecho que no ha de convertirse en un punto negativo respecto a su lectura, puesto que, de alguna manera, se trata de una apuesta segura que no engaña a nadie y que le hace generar unas expectativas del todo básicas, acordes con su contenido y con ese objetivo único de ser testigo de un entretenimiento particularmente imprescindible y que hace del género una opción notable. Sin embargo, en sus páginas, se da forma a una trama quizás demasiado lineal y falta de emoción, su desarrollo peca de este modo, de ser plano y su evolución no goza del desarrollo descriptivo esperado al no detenerse en aspectos que son esenciales en la historia. A pesar de que su historia de amor es delicada y se rodea de un evidente componente de elegancia, uno de sus mejores puntos positivos que debe tenerse en cuenta, su romance apenas logra traspasar las páginas y arañar la piel de su espectadorm, quizás por la constante apuesta por un contenido mayormente juvenil, sin apenas madurez o prufundidad.

Sus personajes, aunque se revisten de una naturaleza sencilla y directa, pierden protagonismo debido a la falta de mayores giros argumentales más coloridos. La ausencia de un leve componente de dramatismo, les lleva a perderse en una sencillez en ocasiones abrumadora, que silencia su presencia, haciendo que sea difícil conectar del todo con su relato y con la trama misma que quieren transmitir. Los intercalados cambios de perspectiva son bienvenidos en cada uno de sus capítulos, ya que son esenciales para conocer cualquier mínimo detalle de sus personalidades, con un carácter sin duda atrayente y que motiva sin lugar a dudas su lectura, pero se hace constante, la sensación de estar estos, poco elaborados o que simplemente, no se les ha brindado la atención necesaria para destacar de manera plena. Por otro lado, los sentimientos si que están bien definidos, llegando a resultar realistas y naturales, ensalzando así una historia de amor que prometía ser resultona.

María Beatobe, se presenta ante el publico lector con este libro. Aunque si bien, no he logrado disfrutarlo del todo con su transcurso, debido a la falta de conexión con sus personajes y la trama narrada a su alrededor, sí que queda patente sus puntos más que favorables como autora. Su toque cuidado, repleto de una dulzura ampliamente recomendable, le ha llevado a ser directa en las escenas, encumbrado su versión del romanticismo en la que los sentimientos son el eje vertebrador. Si que en verdad, puede llegar a echarse en falta una mayor grado de complejidad en sus protagonistas y en la historia central, solo así se hubiera logrado una mejor conexión con el relato.

Es un libro que se lee bien, con capítulos concisos y diálogos constantes que tratan de embellecer la historia, aunque la falta de profundidad ensombrezca otros aspectos y llegue a chocar la configuración de ciertas escenas. Su profunda agilidad, hace de él un libro que apenas se lee en dos días, aún con la falta de conexión, con un principio y un final, no demasiado gradual, pero natural en la que el erotismo propio del género queda relegado. Además, se trata de una novela al que la acompaña de un epílogo que se convierte en una despedida acorde a lo narrado con anterioridad.

Violet Bay ha sido una lectura que no estaba destinada a mí, a la que la falta de conexión la ha condenado desde el principio. Se trata de una novela esquiva, que no ha logrado emocionarme, a pesar de reunir aspectos que bien pudieran ser recomendables, aún así es de valorar ampliamente los recursos literarios de una autora que, a pesar de no ofrecerme con esta historia lo esperado, bien podría convertirse en una apuesta a futuro notable.