Reseña. Alas de hierro

Alas de hierro, de Rebecca Yarros

Saga - Empíreo 2
Editorial - Planeta
Género - Fantasía romántica
Puntuación ★★★★★

Todos esperaban que Violet Sorrengail muriera durante su primer año en el Colegio de Guerra Basgiath, incluso ella misma. Pero la Trilla fue tan solo la primera de una serie de pruebas imposibles destinadas a deshacerse de los indignos y los desafortunados.

Ahora comienza el verdadero entrenamiento, y Violet no sabe cómo logrará superarlo. No solo porque es brutal y agotador o porque está diseñado para llevar al límite el umbral del dolor de los jinetes, sino porque el nuevo vicecomandante está empeñado en demostrarle lo débil que es, a menos que traicione al hombre al que ama. La voluntad de sobrevivir no será suficiente este año, porque Violet conoce el secreto que se oculta entre los muros del colegio, y nada, ni siquiera el fuego de dragón, será suficiente para salvarlos.

 

Opinión personal

Tras el final de Alas de sangre, primer libro de la saga, se hacía casi imposible no contar los días hasta la publicación de esta esperada continuación, una segunda novela que, por otra parte, prometía grandes cosas, lo que a su vez, se convertía en un peligro, puesto que en ocasiones, las grandes expectativas, son difíciles de alcanzar. Sin embargo, ya en estas primeras líneas de reseña, es conveniente resaltar que se trata de una historia inmejorable, que nada tiene que envidiar a su predecesor.

Alas de hierro, desde el punto de vista argumental, cumple con creces con el estereotipo propio de las continuaciones, aunque también existen en sus páginas, espacio para las tímidas sorpresas, capaces de mantener en vilo a su lector. Su primer capítulo, retoma su acción desde el punto exacto en el que se despidió con su primera novela, facilitando así que su comprensión y cercanía, siga estando presente, llevándole incluso a instaurar ese clima cómodo que facilita en grado sumo las sensaciones de bienestar. Creo firmemente, que no debe desvelarse detalle alguno de su historia y su transcurso, puesto que es un libro que ha de leerse por uno mismo, siendo así testigo de excepción, de una trama repleta de aventuras, acción, drama y ese romance salpimentado de erotismo, sin olvidarse incluso de esa enmarañada red de secretos, entretejida entre personajes del todo carismáticos y la presencia de unos dragones tendentes a retener la atención a lo largo de toda su lectura. Su historia, inconfundiblemente sube de nivel, lo que nos acerca a ese predestinado enfrentamiento entre el bien y el mal, las posiciones sobre el tablero comienzan a ser claras, aunque todavía queda mucho por descubrir y junto a ellos, el peligro aumenta.

Violet vuelve a nuestra estantería dispuesta a ganarse de nuevo las buenas opiniones de su lector. Su personaje, como protagonista principal, está correctamente perfilado, ofreciendo matices que convencen y personalizan su historia. Tras ella, se configura una personalidad dotada de carácter y un toque eminentemente complejo, lo que le hace adquirir un tono más de atractivo. Se trata de la única narradora de la trama, por lo que es fácil conectar con ella y meterse bajo su piel. Su transformación y evolución es sosegada y a la par, decidida y constante, siendo así, un punto más que positivo que inclina la balanza hacia una más que óptima opinión. Xaden, su compañero argumental, quizás presenta una construcción mucho más armada, si se la compara con Alas de sangre. En esta nueva novela, puede llegar a observarse, un cambio de ritmo respecto a su personaje, ofreciendo detalles que lo completan y lo acercan al lector. Que no goce de su propia perspectiva, sin duda en un punto negativo que llega a restarle belleza, sin embargo, las escenas desarrolladas a su alrededor, suplen esa falta o al menos, la hace menos severa. Como pareja literaria, no puede hallarse una que más atrape. La evolución romántica de ambos, es del todo natural, arrancando con ello sonrisas cómplices, además de provocar gratas sensaciones, que incluso convencen al fan más exigente de la literatura romántica más tradicional. Junto a ellos, se erigen personajes secundarios, cuya presencia es destacada, lo que ayuda a instaurar ese aura de novela completa.

Rebecca Yarros, vuelve a hacer su magia. El objetivo de entretener está más que conseguido, como también lo está superar aquellas expectativas generadas tiempo atrás. Alas de hierro no disminuye el nivel de acción, sino que eleva la apuesta y certifica que esta saga, desde luego, romperá moldes en el género de la fantasía romántica. El toque inconfundible de esta escritora, hace que lo natural se convierta en algo excepcional, su equilibrado romance, donde hay espacio para los sentimientos y también para el contenido más abiertamente adulto, le lleva convertirse en una historia a la que sucumbir. Su intención de convertir a los dragones en un personaje más, revitaliza la temática y su nivel de detalle acerca, sin cansar y tampoco deslucir su trama. Prima ante todo, su intención de relatar una historia con el toque suficiente de acción, emulando con ello, a producciones cinematográficas, de esas que te engullen y te hacen pasar horas de sublime entretenimiento.

Se trata de un libro que atrapa desde el principio y al que uno se engancha sin remedio. Su larga extensión, de ningún modo, es un punto negativo y es que el ritmo impuesto, hace que se lea casi en un suspiro. Sus sesenta y seis capítulos, se valen de escenas cuyos giros argumentales, no enmudecen del todo por su nivel de originalidad, pero si lo hace por su contenido embellecido de elementos. Cada una de esas mismas escenas relatadas en sus páginas, se configuran con diálogos ágiles y que llegan al lector sin esfuerzo, puesto que todo goza de gran significado, llegando incluso a enternecer por sus rastros inconfundibles de sentimientos. Sus últimas páginas no se refugian en un epílogo, pero si contienen un rango de acción vertiginoso, que te hará desesperarte por conseguir tener entre tus manos la tercera entrega y, viendo que no contamos con plazos claros, la espera será larga. Xaden de nuevo, toma la palabra en su último capítulo para dejar con la boca abierta al lector y así retenerle para siempre.

Alas de hierro, es como su predecesor, un libro que fácilmente alcanza la categoría de mejor lectura de este año. Una segunda entrega que no decepciona y que completa, a modo de promesa, una saga destinada a quedarse en la memoria del lector por muchos años. Todo en él, llama al entretenimiento y te hace disfrutar de principio a fin.