Reseña: Binding 13

Binding 13, de Chloe Wals

Serie - Los chicos Tommen 1
Editorial - Montena
Género - New adult
Puntuación ★★★★★

Hasta ahora han permanecido en lados opuestos del campo, pero cuando sus dos mundos choquen, nada volverá a ser lo mismo.

Johnny Kavanagh lo tiene todo a su favor. En el campo de rugby es una fuerza imparable. Ha nacido para el estrellato y nada detendrá su camino a la cima. Ni siquiera la tímida chica nueva del Instituto Tommen. La de los ojos tristes y los moratones escondidos. La que lo distrae como nunca nadie lo ha hecho.

La vida nunca ha sido fácil para Shannon Lynch. Acosada y torturada por sus antiguas compañeras, llega a Tommen a mitad del año escolar, rezando por un nuevo comienzo y desesperada por librarse de los demonios de su pasado. En su primer día en la prestigiosa escuela privada, conoce, de forma bastante impactante, al famoso Johnny Kavanagh. Atrapada en un torbellino de sentimientos hacia él y desesperada por pasar desapercibida, Shannon se convierte una vez más en el blanco del acoso, pero la flamante estrella del rugby irlandés resulta ser un aliado de lo más inesperado.

Unidos por su frágil amistad y su innegable química, Johnny y Shannon tendrán que enfrentarse a todos los obstáculos que amenazarán el comienzo de una relación que puede ser mucho más...

 

Opinión personal

El argumento de este libro, puede llegar a parecer que ofrece al lector a típica historia representativa del new adult, sin embargo, esconde tras de sí, una trama altamente compleja, llena de crudeza, que destaca ya en su primera página y que le hace ser un libro un tanto diferente, que no se estanca en la temática de la romántica centrada en el mundo del deporte.

Binding 13 es una novela extensa, capaz de no dejarse por el camino detalle alguno, que pudiera llamar la atención del lector. A lo largo de sus páginas, uno se convierte en el testigo de excepción de una trama del todo dramática, que se aleja totalmente de lo acostumbrado en una historia de amor entre adolescentes. Su toque eminentemente maduro, le hace rodearse de temas peliagudos, tales como el acoso y el maltrato, pero también realistas, que no dudan en arañar el alma por la dificultad propia que esa misma temática entraña. En su interior, destaca como no, su toque romántico sosegado que se acompasa a la construcción personal individual de cada uno de sus personajes, con gran nivel de armonía y que, en su conjunto, da lugar, a esa categoría de inmejorable lectura. Sus capítulos, desarrollan una trama tratada con mimo, la red de emociones que plasma, resulta cercana, lo que ayuda a entablar una conexión desde su mismo inicio. Esta historia de amor, ofrece todos los alicientes posibles para conquistar al lector más fiel y exigente del género, puesto que no se desprende de matiz alguno, lo que le lleva a estar enriquecida de una red de emociones perfectamente definidas, poseyendo un peso argumental notable y destacable, que hace que su contenido esté del todo completo.

Alrededor de su trama, se teje una corte de personajes principales y secundarios totalmente óptimos, cuya evolución da paso a un atractivo literario que no se aleja de las características propias de la temática, pero que si se observa su esfuerzo por marcar cierta mínima diferencia. Shannon, es el personaje principal más destacado y la que representa mayor dosis de crudeza, su historia personal enmudece, convirtiéndola en una heroína literaria única, cuya imagen de desarrolla quizás con más esmero. Johnny en cambio, es el personaje más encorsetado por aquellos aspectos más comúnmente reconocidos de la literatura, una característica que, ni mucho menos, es negativa, puesto que cala bien, llamando incluso la atención desde el primer momento, gracias a la dulzura y madurez más perfecta de la que hace gala de manera constante. Juntos, conforman una pareja que destaca por lo bien que encajan y se complementan. Su contenido por completo adulto, no hace que pierdan otros muchos atractivos dentro de su desarrollo, puesto que su gran nivel de complejidad, no ensordece de ningún modo a un lector que se encuentra en todo momento cómodo, ya que se aparta de él cualquier detalle tenido en cuenta como sórdido o innecesario. Ambos encarnan un romance hasta el extremo cuidado y, aunque si bien se caracteriza por ser por completo adulto, su liviano erotismo apenas llega a copar grandes descripciones y es que, los sentimientos son el eje sobre el que se construye todo.

Siendo como es, el primer libro de esta autora, puede llegar a afirmarse que su introducción en el género, viene de la mano de un estilo totalmente recomendado. A través de una red de emociones complejas, nos invita a realizar un viaje de la mano de un personaje profundamente herido, que no guarda esperanza alguna y que se resigna a estar siempre a la sombra del dolor y del miedo y es a través de sus capítulos, cuando puede experimentarse su cambio y también su lenta curación. La elegancia, es el elemento de escritura que mejor define a esta escritora, así como su naturalidad, lo que le hace transformar sus escenas y rodearlas de un nivel de sutileza del todo bienvenido, siendo el ejemplo claro que el dramatismo es, sin duda, bienvenido en relatos de naturaleza romántica. Resalta también el mimo, con el que da forma a escenas de alta crudeza.

Binding 13, se compone de sesenta y seis capítulos desgarradores, que enmudecen por su emotividad y que se transforman, casi sin esfuerzo, en un canto repleto de esperanza. A pesar de poder abrumar el alto número de páginas, es un libro que se lee especialmente bien, repleto de escenas efectivas y diálogos profundamente dinámicos y atrayentes, que te animan a leer, sin ser consciente del reloj por la agilidad propia que trasladan. Su historia, se construye sobre los pilares de giros argumentales no en exceso armados, pero si activos en su objetivo de resultar vitales, no solo para entretener, sino también para cautivar y marcar cierto rasgo de diferencia. Cada una de sus líneas escritas, conducen al lector a través de una evolución sosegada, que no se aleja demasiado, a pesar de su nivel alto de dramatismo, de cierto componente cómico que, sin duda relaja. Sus últimas páginas, son de vértigo, animándote a empezar raudo y veloz su segunda parte, puesto que los acontecimientos, hacen imposible alejarse de esa necesidad de ser testigo de la recuperación total de un personaje principal femenino, al que se debe acompañar con gran delicadeza.

Es, en definitiva, un libro complejo y duro, pero también necesario, que hace hincapié en relatar un romance reparador, que enternece y se queda tatuado en la piel del lector. De alguna manera, se convierte en el ejemplo claro de que la romántica, no ha de tener estar coloreada de otros matices que lo complemente. Una lectura a la que acudir sin reparo alguno y sin que la edad de sus protagonistas influya de manera negativa, puesto que su nivel de madurez rivaliza sin duda, con el de los adultos.