Serie - Royalteen
1
Editorial -
Crossbooks
Género - Juvenil
Puntuación ★★☆☆☆
Lena llega a su nuevo y exclusivo instituto decidida a dejar atrás su antigua vida, y con ella, algunos secretos que espera que nadie descubra. Por eso, sabe que no le queda más remedio que pasar desapercibida. Y no cree que le sea difícil, sobre todo porque uno de sus compañeros de clase es el futuro rey de Noruega, Karl Johan. Con alumnos como ese ¿quién perderá el tiempo fijándose en ella?Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos que hace para no llamar la atención, le resulta de lo más complicado mantenerse alejada del heredero. Y más cuando él no deja de cruzarse "casualmente" con ella. Al príncipe le fascina esa nueva chica que no cae rendida a sus reales pies. ¿Conseguirá Lena vencer a la tentación y no caer en una relación que puede revelar sus secretos?
Opinión personal✐
La argumentación de este libro, muestra esa tan buscada
sencillez que trata de convertirse en la invitación perfecta para dejar que las
horas pasen como simples parpadeos. Su temática juvenil, transforma su
sinopsis, en una opción de lectura acertadamente recomendada y todo debido, a
su naturaleza desenfada. El heredero, parece contener en su primer
vistazo, todos aquellos elementos más característicos del género en el que se
clasifica, una refrescante sinopsis y unos personajes que, a simple vista,
pueden llegar a conectar con el lector. Sus capítulos, de esta manera,
tratan de narrar las peripecias de Lena, una chica que debe comenzar de cero,
tras dejar su antigua ciudad y todo ello, a causa de ciertos acontecimientos
pasados que, poco a poco, verán la luz. Sus nuevos comienzos en otro instituto,
chocan frontalmente con la presencia de Karl Johan, el príncipe heredero de
Noruega que, formará parte de su nueva vida y que poco a poco, su presencia irá
transformando a nuestra protagonista, haciéndola enfrentarse a un pasado que le
resulta doloroso.
Siendo como es, la primera publicación de una saga, su
función es clara, servir de presentación respecto a una trama que si bien,
parece concluir en esta novela, pero que continua, puesto que hay aspectos que
aun no han sido desarrollados de manera plena. Entre sus páginas, se
concreta una evolución totalmente normalizada, que no destaca por su
profundidad, ni por su detallismo. Con extrema sencillez, de desarrolla una
historia que se ampara desde su inicio, en un tradicionalismo que apenas
esconde cierta dosis de secretos o incógnitas a resolver. A pesar de que se
platee a lo largo de sus capítulos, cuestiones que han de ser descubiertas, el
lector no puede sentirse del todo sorprendido, puesto que su contenido se
antoja completamente previsible.
Lena y Karl son protagonistas que aparentemente, gozan de un
atractivo único. A su posición social, no tan típica como de costumbre, se le
une una historia pasada que vendría a colorear su trama central. Todo ello,
alicientes que han de tenerse en cuenta y que suman si cabe más interés, sin
embargo, se nota cierta falta de profundidad en lo que respecta a su presencia,
dentro del propio relato. La ausencia clara de complejidad o de detalle, le
lleva a desdibujar a sus personajes, excesivamente engullidos por la sencillez,
a pesar de la naturalidad que exudan o a su cercanía con temas de actualidad.
Su eminente toque juvenil por otra parte, evita acudir a un contenido que
pudiera calificarse como adulto y es misma falta de contenido, le hace ser una
novela que transmite poco y que no enamora como bien uno pudo imaginar.
La combinación de dos estilos de escritura, si duda alguna,
siempre es un reto para el lector, puesto que de alguna u otra manera, se
instalan ciertas dudas respecto a si su combinación puede estar del todo
integrada. Respecto a este libro, debe de admitirse que ambas autoras parecen
fusionarse y es imposible que uno, se de cuenta de las variaciones que traen
consigo compartir escritura. Las dos, han creado una historia cuyo romance ofrece
cierta armonía con el relato propio que la envuelve, su elegancia además copa
cualquier aspecto que pudiera definir su pluma literaria y su naturalidad
destaca por encima de otros elementos y se convierte en el aspecto literario
que más debe destacarse. Sin embargo, sus puntos positivos se ven
ensombrecidos por la falta de cierta presencia, en aquellos aspectos evolutivos
de su construcción y en su nula atención a sentimientos que bien pudieran haber
embellecido una trama que nada arriesga frente a un contenido del todo
acostumbrado y poco evocador.
Se trata de una novela cuya extensión, favorece sin lugar a
dudas, que se lea bajo una velocidad del todo ágil. Su escasa pretensión de
destacar o escudarse en la diferencia, le lleva a ser una lectura que puede resultar
amena, aun cuando uno no conecta del todo, ni con su desarrollo, ni con sus
personajes. Su falta de profundidad, lleva al lector a no emocionarse, a
no sentir esa especial conexión y a convertirse en un mero espectador. Su
evolución, apenas se detiene en aspectos determinantes en el desarrollo mismo
de su historia y su ritmo siempre álgido, le hace perder presencia, respecto a
un crecimiento personal del todo ausente y que poco colorea su historia.
El heredero es un libro que, de alguna manera,
decepciona. Una historia demasiado engullida en la sencillez que desdibuja la
presencia de sus personajes y que no convence del todo, puesto que no existe
esa conexión ni con su historia, ni con sus protagonistas. Un principio de saga
que no cumple, con todas aquellas expectativas previamente generadas tras la
lectura de su argumentación.