Reseña. Solo fue un juego

Solo fue un juego, de Kylie Scott

Serie- Stage Dive 2
Editorial – Libros de seda
Género – Romántica actual, adulta
Puntuación ★★★★☆

Solo tenía que fingir ser su novia ¿Puede surgir el amor de un acuerdo de conveniencia entre una buena chica y una estrella de rock? Mal Ericson, el batería de la banda Stage Dive, necesita limpiar su imagen y rápido, aunque solo sea durante un tiempo. Y para conseguirlo, nada mejor que llevar del brazo a una buena chica que le haga el trabajo. Lo que no espera es que este arreglo temporal se convierta en algo permanente... Anne Rollins nunca pensó que conocería a una estrella del rock de las que colgaban de las paredes de su habitación... y mucho menos en esas circunstancias. Anna está mal de dinero. Muy mal. Pero eso de aceptar que le paguen para interpretar el papel de la novia buena que sale con el batería de un grupo no puede acabar bien. ¿O tal vez sí?

 

Opinión personal

Tras la lectura del primer libro, estaba claro que este nuevo título caería en mis manos de lectora intrépida. Solo fue un juego, es uno de esos libros que llama la atención gracias a la sencillez que exuda su breve sinopsis. Se trata de una historia natural de romance, pareja a sus compañeras de temática y entretenida por su argumentación desenfadada. Exenta de complejidades o de pasados enrevesados, trata solo de enamorar y entretener esas horas dulce de lectura, gracias a unos personajes principales y secundarios que nos acompañan a lo largo de todos los libros que componen esta serie centrada en el mundo del rock y de la fama. Cada una de sus personalidades, posee cierto colorido o, simplemente, un atractivo memorable que nos ayuda a pasar las páginas con el suficiente entusiasmo como para generar una inconfundible buena opinión.

Al no ser el primer libro leído de la autora, su estilo ya es de sobra conocido. Los elementos de su pluma, no llaman la atención puesto que ya estás presentes en la anterior historia, aún así, podemos llegar a disfrutar de ellos de nuevo, convenciéndonos a su paso, que su presencia debe estar garantizada. Su trama, o más bien el transcurso de ésta, posee una evolución natural, típica a la acostumbrada, un romance sosegado que se construye con esmero, pero también con naturalidad, lo que hace más creíble su contenido. No se debe de olvidar la elegancia de su relato, el estilo de Kylie Scott es totalmente desenfadado, pero también se centra primordialmente en enamorar a su público gracias a una historia de romance que se construye bajo un ritmo lento o más bien pausado, lo que facilita que conozcamos cada aspecto oculto de sus personajes, cada sentimiento que arrastran debido a las vivencias de cada uno.

Es en grandes rasgos, una novela centrada en el entretenimiento, madura debido a su contenido sensual parejo a la literatura adulta, pero que se desprende de la complejidad más bien típica de su propio género. Esto, favorece de alguna manera que se trate de una lectura que se solventa en apenas un mero suspiro, antes de que nos demos cuenta ya hemos alcanzado su última página y con ello. Es fácil generar, una buena opinión en base al estilo de escritura de su autora, las idas y venidas de la pareja, nos mantiene enganchados a la espera de alcanzar ese final soñado. La sencillez comentada, la convierte en una lectura recomendada para matar las horas que brindamos a este entretenimiento nuestro. Quizás sea un libro más dentro de un género y temática amplia, pero sabe ganarse nuestras mejores impresiones y solo por ello merece la pena su elección.

Lo nuevo de la serie Stage Dive, sigue en parte la estela marcada con anterioridad, capaz de contener los mejores elementos literarios de la novela romántica actual y adulta. Solo fue un juego y su autora, Kylie Scott, nos dan la oportunidad de disfrutar una vez más, de un libro entretenido, sencillo, natural, pero también vistoso. Una historia que trata meramente de ofrecer una historia de amor desenfada, de idas y venidas entre personajes atractivos desde el punto de vista literario. Es por tanto, una recomendación a la que se debe de recurrir en momentos en los cuales no sepamos porque apostar.