Reseña. Una corona de huesos dorados

Una corona de huesos dorados, de Jennifer L. Armentrout

Serie - De sangre y cenizas 3
Editorial - Puck
Género - Fantasía
Puntuación ★★☆☆☆

Ha sido la víctima y la superviviente.

Poppy jamás soñó que encontraría el amor que ha encontrado con el príncipe Casteel. Le gustaría disfrutar de su felicidad, pero primero deben liberar al hermano de Casteel y encontrar al suyo. Es una misión peligrosa y una de enormes consecuencias con las que ninguno de los dos había soñado. Porque Poppy es la Elegida, la Bendecida. La verdadera regente de Atlantia. Lleva en su interior la sangre del rey de los dioses. Por derecho propio, la corona y el reino son suyos.

La enemiga y la guerrera.

Lo único que Poppy siempre ha querido es controlar su propia vida, no las vidas de los demás, pero ahora debe elegir entre renunciar a su derecho de nacimiento o ceñirse la corona dorada y convertirse en la Reina de Carne y Fuego. Pero cuando los oscuros pecados del reino y sus secretos empapados en sangre por fin salen a la luz, un poder largo tiempo olvidado surge para convertirse en una verdadera amenaza. Y no se detendrá ante nada para asegurarse de que la corona jamás descanse sobre la cabeza de Poppy.

Una amante y un corazón gemelo.

Pero la mayor amenaza para ellos y para Atlantia es la que aguarda en el lejano oeste, donde la Reina de Sangre y Cenizas tiene sus propios planes, unos que lleva cientos de años esperando a cumplir. Poppy y Casteel deben plantearse lo imposible: viajar a las Tierras de los Dioses y despertar al rey en persona. Y a medida que secretos estremecedores y las traiciones más crueles salen a la luz, y emergen enemigos que amenazan todas las cosas por las que han luchado, Poppy y Casteel descubrirán lo lejos que están dispuestos a ir por su gente. y el uno por el otro.

Y ahora se convertirá en reina.

 

Opinión personal

Con un argumento que evidencia lo que puede o no ofrecer al lector, uno puede llegar a estar seguro de lo que su apuesta por el entretenimiento, puede asemejarse a las de sus anteriores novelas, seduciendo con ello a un lector que ya previamente, había caído bajo el embrujo de esta serie de libros, que tantos fans ha cautivado a lo largo de todo el mundo.

Una corona de huesos dorados es básicamente, una continuación aderezada de elementos que tratan de ser innovadores, pero que terminan refugiándose en aquellos más abiertamente acostumbrados. Cada uno de los capítulos de esta novela, se afana por representar aquellos tópicos del género en el que se construye, con la mira puesta en atrapar tanto, como para que sucesivas publicaciones venideras, sean del agrado del lector. Como tercer libro dentro de una más que extensa saga, su naturaleza es clara, aunque ciertamente decae en su objetivo de ser cien por cien entretenido y es que el lector, puede llegar a caer preso del agotamiento, por su más que amplia extensión. A lo largo de su lectura, se puede llegar a observar cierto decaimiento, como si se hubiera optado por hacer demasiado rodeos, lo que aporta un alto número de detalle que solo engrosa sus páginas, sin revitalizar su argumentación. Eso sí, su ambientación sigue igual de fascinante, puesto que ha logrado crear un universo en el que todo es posible y cuya visual destaca sin esfuerzo.

Los personajes, tanto principales como secundarios, parecen apenas experimentar cierto grado de crecimiento, como si en verdad su personalidad estuviera por completo marcada, sin experimentar con ello, cambio alguno que resultara así más tractivo. Aunque también es cierto, que todos ellos, se valen de matices que brillan en distintos momentos, lo que les hace encarnar un relato, hasta cierto punto, muy capaz de llamar la atención y con ello, atrapar. Respecto a la relación entre ellos poco varía, más allá de la estudiada maduración que se espera de una novela de tales características. Las escenas generadas a su alrededor, siguen recurriendo a un erotismo que, de ningún modo, desentona con el romance más clásico y que, de alguna manera, embellece la trama principal y le ayuda a presentar así más grado de complejidad, aunque ciertamente el factor sorpresa deja de ser tan protagonista como antes.

Jennifer L. Armentout, sin ninguna duda, es una maestra del género de la fantasía romántica. Todos y cada uno de sus libros publicados, han logrado cautivarme e incluso convertirse en mis mejores lecturas en años pasados, sin embargo, como lectora, comienzo a experimentar cierto grado de desconexión con sus tramas, como si estas hubieran perdido fuerza de antaño y lo innovador se ha transformado en normalidad acostumbrada. Su especial y única fórmula de entretenimiento, parece ser ya una constante que apenas emociona ya, de igual modo ocurre con sus personajes, que muestran ciertos patrones ya repetitivos, descendiendo por tanto ese riesgo medido innovador que coloreaban cada uno de sus detalles. A pesar de ello, puede seguir observándose su más que recomendada escritura, su agilidad y esas escenas en las que el romance y la pasión se entremezclan para crear un ambiente de cercanía y sencillez, propicio para ser la delicia de todo lector asiduo a la romántica.

Con respecto al ritmo, quizás no goce de la agilidad de anteriores publicaciones. Su extensión, se sirve de cincuenta capítulos que, en ocasiones, acuden a giros argumentales algo complejos para así destacar, sin embargo, muchos otros se refugian en una característica mucho más lineal, en la que apenas se percibe cambio. Su alto número de páginas, sin lugar a dudas, apabulla y asusta al lector, de igual modo que la composición en número, de esta saga. Aun así, los acontecimientos vertidos hacia sus últimas páginas, amenizan y revitalizan el relato en su completo.

Una corona de huesos dorados, no ha sido desde luego la tercera parte soñada, después de leer las anteriores publicaciones. Su lectura se me ha antojado lenta en algunas de sus partes y su repetitiva acción, me ha invitado a desconectar en sucesivas ocasiones.