Editorial - TBR
Género - Romántica juvenil
Puntuación ★★★★☆
Un mes para que mi corazón lata de nuevo.Volver a pasar la navidad en los Alpes con mi padre está siendo difícil. Y más tras mi trasplante de corazón. Durante este tiempo mi vida ha sido muy# precavida: dieta exhaustiva, deporte controlado# Vamos, que apenas he hecho nada más que estudiar.Así que mi reto es alejarme del escrutinio de mi madre para pasar este mes con mi alocado padre. Y quizá, a pesar de mi miedo, hacerle caso y empezar a creer en los milagros.
Opinión personal
En el interior de esta maravillosa edición, se esconde una
historia repleta de ternura, una trama romántica sencilla y dulce, que es toda
una delicia. Su lectura llega a ser un entretenimiento, con el que disfrutar
enormemente.
Tras pasar la mayor parte de su vida enferma y después de su
operación de corazón, Avril viaja hasta casa de su padre para pasar con él tres
semanas. La vuelta a su casa de la infancia, le lleva a reencontrarse con sus
viejos amigos y, con ellos, está Augustin, el hermano de su mejor amiga. A
partir de un primer encuentro casual entre ambos, se gesta una relación que se
desarrolla a ritmo lento, pero cimentada en una sucesión de diálogos que no
solo amenizan, sino que son capaces de trasladar de manera realista, unos
sentimientos muy bien definidos, aunque poco dados a la profundidad. La
sencillez, es el pilar sobre el que se levanta su trama, reflejo mismo de un
romance que se refugia en el componente natural, un soplo de aire fresco que ayuda al lector a alejarse de aquellas historias más habituales, siendo como es, un romance juvenil solo basado en los sentimientos, desprendiéndose así de ese componente erótico, ya que destaca la ausencia por completo de sensualidad.
Avril es quizás, la protagonista por excelencia, no solo por
contar con su única perspectiva dentro de su propio relato, sino porque es en
ella, donde radica la mayor importancia argumental. A través de sus ojos,
seremos testigo de su transformación, de su lucha por salir del cascarón que su
enfermedad ha provocado a su alrededor. Es un personaje principal muy natural,
capaz de trasladar con acierto sus sentimientos, lo que lleva al lector a
conectar con ella. Augustin es un compañero literario que actual como un
personaje catalizador, que ayuda a gestar el crecimiento personal de Avril y su
lucha por mirar más allá de sus miedos, por recuperar la vida de antes de su
operación de corazón y enseñar a sus padres que no ha dejado de ser ella misma.
La historia de amor que ambos construyen, no trata de sorprender al lector, sino
que busca convencer y, es un objetivo, que logra.
He de admitir que no soy una lectora que habitualmente opte
por lecturas ambientadas en la Navidad, digamos que el espíritu de la Navidad
no me ha conquistado del todo nunca, pero ha sido la sencillez de esta historia
y su tono evidentemente desenfadado, lo que ha hecho que apueste por su lectura,
incluso con los ojos cerrados. A pesar de ser un libro un tanto juvenil, es muy
maduro en el terreno del desarrollo de lo personal, teniendo en cuenta el género, lo que aporta una pizca de mayor interés
en la historia. Sophie Jomain, ha sabido muy bien trasladar esa cercanía a sus
personajes, con un romance sosegado y delicado, que huye de la profundidad y de
giros excesivamente ornamentados. Esta novela de naturaleza concisa, es la
mejor de las cartas de presentación de un estilo que muestra elementos, que bien
pudieran definirse como recomendables, en los que destaca ante todo un trazo
elegante.
Su corta extensión, le hace ser una historia perfecta para
leer en un día. En este libro, los días del uno al veinticuatro de diciembre,
se convierten en un capítulo, un detalle que por otro lado, es llamativo y bonito,
lo que le hace adquirir un detalle distintivo, que marca cierta diferencia. Es
un libro muy básico, también predecible y lineal, pero son aspectos que no pueden ser catalogados como negativos, ya que ellos son parte de una fórmula literaria que busca cumplir la
más natural de las expectativas, entretener. Sus constantes diálogos y una
descripción de escenas directas, le lleva a ser una novela muy dinámica y de
una frescura tal, que se lee en apenas un suspiro. Por otro lado, su final, es
una despedida acogedora y, aunque no cuenta con epílogo, lo cierto es que su
adiós es perfecto.
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