[Reseña] Pecado. Nadie dijo que fuera un santo

Pecado. Nadie dijo que fuera un santo, de Katy Evans

Serie – Pecado 2
Editorial – Chic
Género – Romántica adulta, contemporánea, actual
Puntuación ★★★★☆

Este es el reportaje que he querido escribir toda mi vida. Su protagonista: Malcolm Saint.
Pero, a pesar de su apellido, el empresario más rico y codiciado de Chicago no tiene nada de santo.
Malcolm esconde secretos muy oscuros y estoy decidida a desenmascararlo para salvar mi puesto de trabajo.
Pero nunca creí que sería él quien revelaría mi verdadero yo…

Opinión personal

Sinopsis como esta, hacen que sea fácil elegir su lectura como próxima novela protagonista de nuestras horas de descanso. Sus líneas explicativas se convierten en la promesa perfecta puesto que, sin complejos, ejemplifica a la perfección lo que podemos o no encontrar en sus páginas. Se trata de un libro cuya argumentación resulta sencilla, natural si tenemos en cuenta el género que nos ocupa. Encuadrada bien en su propia temática, es fácil que sea equiparada a sus iguales aun cuando resulta patente su diferenciación puesto que el estilo de escritura de su autora no puede ni debe pasar desapercibido.

Hacia tiempo que no retoma este género, por ello su lectura era algo asegurado desde el principio y el resultado no ha sido para nada malo. Conocer al detalle el estilo de su autora, puesto que no es el primer libro publicado en español de ella, ha ayudado a sentir la comodidad propicia para disfrutar de su historia como se debe. Muchas han sido las críticas que han comparado esta trama con otras de su mismo corte, sin embargo se debe especificar que como bien se dice, las comparaciones son odiosas, y ese es el caso de nuestra protagonistas de la reseña de hoy. Pecado. Nadie dijo que fuera un santo, es una novela que respecta bien aquellos elementos marcados por lectores como fundamentales en historias de tal calibre, así como un romance a la altura de las expectativas fijadas desde su principio.

Los romances originados por la pluma de Katy Evans siempre cuentan con una sensualidad propia, con un peso argumental característico que ya es la seña de identidad más definitoria de su estilo literario. Sus historias son la mezcla perfecta de argumentación compleja, con personajes nada planos que deben evolucionar hasta lograr la redención o simplemente el objetivo último de vivir la vida como merecen. Ambientado en el mundo de los negocios y del periodismo de corazón, la autora ha ideado un clima perfecto para desarrollar una romántica historia basada en sus inicios en una mentira que persigue descubrir los secretos más oscuros de él. De ese modo, nace un romance nada idílico que se va transformando en algo digno de nuestras atención y buenas palabras. Disfrutar de esta trama es dar de nuevo la oportunidad de sorprendernos a una escritora digna siempre de buenas críticas, ya que sabe bien que se ha de ofrecer para cautivar a un lector experimentado y profundamente acomodado en su género o temática. Sí que es cierto que se trata de una novela que nada o poco innova, pero en ocasiones esa innovación ha de quedar enterrado entre los clásicos de la literatura, si por “clásicos” entendemos la romántica más tradicional y acostumbrada.

Rodeada de un paisaje idílico para este tipo de historias, se arma de un ritmo desbordante. Sorprende su dinamismo, aun cuando comienza a ser un elemento característico de Katy Evans. Su lectura, se solventa sin sobresaltos, pero a una velocidad que nos abstrae de aquello que nos rodea. Es fácil sentirse engullido por la misma trama, atrapado en una historia siempre en movimiento y en constante evolución, hasta el punto de no poder darnos cuenta de que las páginas pasan como meros suspiros bajo nuestros ojos o dedos. Se trata de una historia y una novela que atrapa desde su mismo comienzo del primer capítulo, una trama armada con las principales características que han hecho de este género algo grande.

Romance, sencillez, sensualidad combinada con las más absoluta elegancia y naturalidad, se rodean de la férrea intención de que el relato ha de ser directo. Es fácil sentirse cómodo con cada capítulo, disfrutando así de un romance nada decepcionante y sí electrizante que, motiva nuestra activa lectura y las ganas de seguir apostando por autora de tal calibre. Se hace necesario advertir que se trata de una primera entrega, por lo que su final nos enganchará con el objetivo de correr a por su segundo libro, algo que yo ya he hecho.

En definitiva, se trata de un libro maravilloso. Una novela que define de nuevo el estilo de su autora y es que, Katy Evans conocer bien a su público y lo demuestra gracias a esa combinación explosiva de romance y sensualidad que tanto atraen al público enamorado de un género que simboliza ser una mezcla perfecta entre distintos elementos literarios. Una recomendación ineludible.