Saga – Los chicos Tommen 5
Editorial – Montena
Género – New adult
Puntuación ★★★☆☆ (3,5)
A Gerard "Gibsie" Gibson, el descarado del colegio, la comedia le corre por las venas, pero bajo su carácter alegre y despreocupado se esconde un joven hecho pedazos que vive atormentado por su pasado. Gibsie utiliza el humor para lidiar con sus demonios y ocultarle al mundo todo lo que siente.Solo hay una persona que lo conoce de verdad. Se trata de la hermana pequeña de su amigo. Claire, su muñequita.Siempre de buen humor, Claire Biggs se ha pasado la vida idolatrando al chico del otro lado de la calle. Ella ve en Gerard algo que nadie más ve y está decidida a domesticar la salvaje naturaleza de su mejor amigo de la infancia.Pero ¿sobrevivirá la amistad de Gibsie y Claire a lo inesperado cuando se traspasen ciertas líneas? ¿Se convertirá en algo más o acabarán ambos siendo arrastrados por la corriente?
Opinión personal
Es una de las novedades literarias que más tenía ganas de
leer en este recién estrenado enero. Desde el primer libro de la saga, la
historia de estos dos personajes, me parecía totalmente cautivadora, por su
lucha constante por ocultar los sentimientos que, desde su niñez, se habían
gestado entre ellos.
De alguna manera, la autora ha apostado por un rastro de
continuidad argumental, percibida ya en sus primeras páginas, con una complejidad
que capitaliza toda la atención y que se equipara bien a sus predecesores.
Gibsie, con su inconfundible sentido del humor, sigue batallando con sus sentimientos,
enmascarando el dolor tras sonrisas, pero cada vez más, Claire se va acercando
a él y eso hará que ambos deban enfrentar lo que sienten de una vez por todas.
El evidente rastro de un componente adulto, le lleva a ser
una novela del todo madura a pesar de lo jóvenes que son sus personajes
principales. Como viene siendo costumbre en la autora, no deja de recurrir al
drama para narrar un romance crudo, tratando para ello temas difíciles y realmente
duros. Se plantea su historia de amor, como es rayito de esperanza, en la que la
dulzura toma el control, suavizando así su realismo crudo. A pesar de que su
trama es descrita bajo el prisma del reconocido cliché de un romance deportivo,
lo cierto es que, para nada, centra su argumentación en dicha temática, sino
que más que bien se trata de un romance al uso, un new adult condimentado de
elementos eminentemente adultos. Su historia, no está exenta de cierto rastro
de sensualidad, aunque esta está descrita de la manera más elegante y sutil, entremezclándose
bien con otros elementos literarios, sin centralizar todo el interés en ella.
Gibsie, desde el principio, se presentaba como un personaje
principal de lo más completo. Su lucha constante, hace que el lector conecte con
él instantáneamente, que le acompañe en su superación, capaz de hacerte llorar
y sonreír a la vez gracias a su sensibilidad. Que forme pareja con Claire, les
lleva a ser perfectos, puestos que son el uno para el otro, con ese toque
cómico del que ambos hacen gala y una lealtad destacada. Aunque sus figuras
como personajes principales, está muy bien descrita y su complejidad se acoge bien,
lo cierto es que chirría cierto rastro infantil, en algunas de sus reacciones,
lo que choca con el poso de madurez de su trama, son rasgos que en ocasiones te
alejan de su transcurso. También es verdad, que a veces, el transcurso
romántico te deja algo fría, como una interacción entre ellos poco desarrollada
en el terreno del propio romance. Aun así, ambos, son personajes a los que se
les coge cariño desde el inicio, capaces de narrar un romance lo
suficientemente atractivo como para destacar.
Chloe Walsh ha optado en esta ocasión, por una historia más
mesurada, con giros argumentales algo más planos de lo que acostumbra su pluma
literaria. Los mayores alicientes de su estilo, siguen estando presentes,
aportando así ese aura de continuación tan bien valorado. Que apuesta
nuevamente por el intercambio de perspectivas entre protagonistas, la lleva a
configurar un mapa del todo completo, en el que nada queda por mostrar, favoreciendo
así que el lecto se convierta en un testigo de excepción.
Es un libro largo, con un número de página que ocasiones da
algo de vértigo, pero a la par, es una historia que se lee fácil y rápidamente.
Aunque hay grandes dosis en él de drama, lo cierto es que no es una historia
que pudiera catalogarse como densa, su complejidad es descrita de la manera más
liviana, para hacer de ella una trama sencilla en lo importante, con un romance
básico, aunque es palpable su interés por ser un libro más allá de lo
entretenido. Su final por otro parte, es el esperado, aunque no llega a ser un
cierre por completo, puesto que hay aspectos que estoy segura volverán a hacer
acto de presencia para su perfecta conclusión en los próximos libros.
En resumen, basta decir que es un libro que me ha gustado a
pesar de los peros que pudiera encontrar en él, una lectura que se acerca bien
al estilo de la autora y que no decepciona en absoluto, puesto que es un
romance que se asemeja bien a las expectativas que uno pudiera gestar desde la
primera presentación de estos personajes. La presencia activa de los
protagonistas anteriores, embellece la trama y recupera el recuerdo de sus
anteriores historias.
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