Reseña: Good boy, Elle Kenndy, Sarina Bowen

Good boy

Saga – WAGS 1
Editorial – Wonderbooks
Género – Romántica contemporánea
Puntuación ★★★☆☆

¿Para qué resistirse a la tentación si ceder es mucho más divertido?

Jess tiene un único objetivo: demostrarle a su familia que ya no es la oveja negra. Por eso lleva semanas planificando la boda perfecta para su hermano.

El problema es Blake Riley, famoso jugador de hockey, el mejor amigo de su hermano y el peor padrino de la historia. El mismo Blake Riley con el que Jess tuvo una aventura de una noche que juró olvidar para siempre.

Entre preparativos, celebraciones y una atracción cada vez más difícil de ocultar, Jess descubrirá que lo más complicado no es organizar la boda perfecta, sino resistirse a la tentación de Blake.

 Una boda, un padrino demasiado sexy y mucha pasión

 

Opinión personal

Los libros de Elle Kennedy, siempre consiguen aportar ese entretenimiento solo orientado a alejarte del habitual aburrimiento. La sencillez habitual de sus historias, por norma general, son sinónimo de acierto, una lectura que cumple sus básicos objetivos de convencer, sin necesidad de arriesgar o simplemente, experimentar con la vieja fórmula literaria del género. En esta ocasión sin duda, la presencia y su consiguiente combinación con otra escritora, Sarina Bowen, aumenta sin duda el interés por la trama y hace que sientas cierta intriga sobre como ambas, fusionan cada uno de sus estilos particulares. Además, que sea el primer libro de una saga, despierta también el interés.

Good boy es un libro realmente sencillo, centrado exclusivamente en dar forma a un romance básico, sin complejidades y sin altibajos. Como bien especifica su argumentación, se trata de un sport romance que se refugia en una sucesión de clichés, en tópicos que no buscan destacar, sino más bien resultar seguros en su camino a convencer. Que ambos personajes, compartan una relación pasada, un breve encuentro años atrás, les lleva a capitalizar la atención de escenas no demasiado curiosas, pero sí resolutivas, de un atractivo lineal y constante, que te conduce hacia unas últimas páginas que en consonancia con la historia romántica, se despide del lector sin sobresaltos y de una forma, totalmente esperable.

Romance y pasión, van de la mano en esta trama y es que, el contenido spicy tiene especial cabida en su construcción argumental. De esta manera, sus protagonistas, dan rienda suelta a lo que sienten, a su tira y afloja, ya que Blake sabe lo que quiere y lucha por ello, pretendiendo que su relación con Jess vaya más allá que un encuentro casual del pasado. Blake es quizás, el personaje más armado argumentalmente, su figura literaria esconde cierto grado de complejidad de la mano de su relación pasada, su personalidad jovial sin duda alguna, provoca sonrisas en el lector. Jess en cambio, es una protagonista más lineal, con una menor evolución dentro de la trama y una historia personal algo deslucida, pero cuya combinación con él, le lleva a ser un personaje principal que no decepciona. Se entabla así, gran conexión con ambos, aunque ciertamente tampoco emocionan, pero siendo como son una pareja con cierto grado de contraste, se les acompaña gratamente a lo largo de tosa su lectura.

La fusión de estas autoras, ha dado lugar a un estilo directo, que no se pierde entre el detalle y que huye de las largas y extensas descripciones. Ambas hacen de este libro, la opción perfecta para disfrutar de unas horas distendidas de lectura, sin pretender con ello verse sorprendido o hacer de su historia una novedad. Su trama es ciertamente predecible, pero sin ser ello un elemento negativo, y es capaz de convertirse en la carta de presentación de Sarina Bowen, que con este libro, se ha llegado a convertir en una autora a la que recurrir en el futuro, puesto que la sencillez expuesta por ambas autoras, les lleva ser recomendables sobre todo entre lectura de corte más denso. Nos se percibe los estilos de cada una de ellas, sino que de manera totalmente armónica, se confecciona un romance sin que se aprecie distinciones de prosa.

La sencillez de su historia, hace de este libro una opción de lectura que se solventa ágilmente. La presencia de giros argumentales algo lineales, hace que se lea este libro sin sobresaltos de ningún tipo y en un par de horas, puesto que se trata de una trama de no demasiadas páginas y capítulos. Todo en él, se argumenta con el único objetivo de resultar ser un libro entretenido sin más, no busca emocionar, ni tampoco distanciarse de lo ya conocido y eso hace que leas, sin generar con ello grandes expectativas imposibles. Quizás, su mayor pero, es la usencia de un epílogo que te llevara más allá del presente de sus protagonistas.