Reseña. Para verte mejor

Para verte mejor, de Lena Valenti

Serie - La sombra del Alfa 1
Editorial - Vanir
Género - Fantasía romántica
Puntuación ★☆☆☆☆

Kayla es detective privado y tiene entre manos un delicado caso en el que trabajar en Atlas, el pueblo en el que veraneaba de pequeña. Lo que no se imaginaba era que su investigación se convertiría en una compleja tela de araña y que en ella aparecería Hunter, el hombre que, salido de un mundo bestial, crudo y de leyendas, la pondría entre la espada y la pared. Ese sería el inicio de una aventura violenta y pasional, que la desafiaría a cruzar los límites de lo creíble, y que le exigiría entregarse a las emociones y hurgar en su pasado para entender quién era ella en el presente.

Hunter y sus hermanos no están en Atlas para veranear. El rastro que llevan persiguiendo durante años les ha llevado a esa tierra de aspecto hermoso y elitista pero profundamente hostil para los que son como ellos. Lo tenía todo muy claro, hasta que Kayla irrumpió con fuerza en sus planes y sus instintos se vieron comprometidos salvajemente. Él se verá obligado a variar su hoja de ruta, pero lo único que no pensaba cambiar era el plan de venganza que llevaría a cabo contra sus verdugos. Sin embargo, la joven estaba a punto de enseñarle que, cuando a una la marcaban, la caza era un camino de ida y de vuelta.

Aunque Caperucita deje de temer al lobo, el lobo siempre se querrá comer a Caperucita.

 

Opinión personal

Esta nueva saga de Lena Valenti, vuelve a la fantasía romántica de la mano de unos personajes del todo tradicionales y un argumento que, con el primer vistazo, sabe bien captar la atención del lector.

Para verte mejor, es el primer libro de una saga que narra la supervivencia y venganza de los lupercos, hombres lobo que deben enfrentarse al peligro que provoca una organización que quiere experimentar con ellos y matarlos. Un paisaje literario que, por tanto, exuda un atractivo que cala bien ya desde las primeras páginas. De nuevo, la idea de la predestinación entre parejas, vuelve a capitalizar una trama que, de alguna manera, te hace recordar su anterior saga, Vanir. Sin embargo, esas semejanzas apuntadas, le hacen ser un libro extremadamente previsible e incluso demasiado forzado por lo repetitivo que parece ser, con escenas quizás no demasiado definidas, como para sentirlas cercanas, ni naturales. El romanticismo y la sensualidad, de la que se hace gala, se entremezclan dentro de un contexto literario que no alude a demasiados componentes teñidos de novedad y que se refugia en un viejo cliché, un enemies to lovers muy poco dado a la complejidad y ciertamente, poco o nada vistoso para un lector ya demasiado curtido en la temática. Siendo como es el inicio, de una nueva serie literaria, trata de asentar cierta argumentación y convencer con ello, para que uno se sienta atraído por las sucesivas publicaciones.

Hunter, es un personaje principal que, de alguna manera, traslada con corrección todos aquellos elementos que definen al género en el que se incluye su historia, pero que no trata en ningún momento de superar lo esperado en novelas de esta naturaleza. Es un protagonista que, a pesar de querer prometer grandes alicientes, se estanca en una evolución demasiado lineal y plana. Algo parecido pasa con Kayla, una compañera argumental con la que, en ocasiones, cuesta conectar y que apenas ofrece un rango de acción llamado a atraparte. Se trata de una pareja que casa bien, pero que pierde fortaleza en su evolución, aunque cabe destacar que su transformación, se sirve de elementos tradicionales de la romántica, entremezclados por un erotismo detallista y central, que capitaliza la atención, pero que también se integra bien dentro de la propia historia, cumpliendo así con su más que básico propósito. Las diferentes perspectivas entre personajes, si que facilita la tarea de componer un mapa literario del todo completo, por lo que se agradece la apuesta por visiones individualizadas, aun cuando sus personajes no me han enamorado tanto como hubiera pensado.

Lena Valenti es una autora que en el pasado me cautivó pero que, sin embargo, ahora me cuesta sentirme atrapada por sus historias. A pesar de que su estilo puede llegar a ser definido como recomendable, su descripción de escenas en ocasiones adolece de demasiada sencillez y de un contenido que apenas se refugia en giros argumentales algo vistosos o sorpresivos, que animen a leer sin descanso. Es una escritora que esboza un contexto literario que, a simple vista parece prometedor puesto que, se trata de una fórmula de entretenimiento que da lugar a matices únicos, pero que en su transcurso se diluye. Aun así, sigo creyendo que su estilo es necesario y que, a pesar de las recientes decepciones, sin lugar a dudas proseguiré en mi intención de leer sus historias.

Si que es cierto que es una novela que se lee de manera ágil, puesto que apenas se refleja en sus páginas algún ápice de complejidad o giros demasiado armados, como para ralentizar su lectura, pero su falta de atractivo, lo convierte en un libro falto de energía. Sus grandes dosis de sencillez, le hacen ser una novela perfecta eso sí, para todos aquellos lectores que busquen un básico entretenimiento, sin pretender ir más allá. Su trama, se nutre de capítulos ciertamente concisos, lo que ameniza su lectura, sin duda y se componen de escenas levemente coloridas, aunque estas no logran emocionar del todo, ni crear consigo esa burbuja de comodidad alrededor del lector. Por otra parte, sus últimas páginas se despiden con corrección y aunque no adelantan del todo, lo que puede venir en el futuro, sí que puede llegar a convertirse en una promesa que el lector podrá valorar.

Para verte mejor, no ha sido desde luego el libro esperado. Me ha costado, durante toda la lectura, conectar con su historia y eso ha provocado que se instalara en mí, cierto pesimismo con respecto a la autora, puesto que desde Vanir, no logró sentirme atrapada por su estilo.