Reseña. Tras el hielo - Stephanie Archer

Tras el hielo, de Stephanie Archer

Serie - Vancouver Storm 1
Editorial - Cross Books
Género - Romántica contemporánea
Puntuación ★★★☆☆

Después de que mi exnovio hiciera añicos mi sueño de dedicarme a la música, me prometí que nadie, nunca, me rompería el corazón otra vez.

Trabajar de asistente para un jugador de hockey debería ser pan comido, pero nada resulta fácil con Jamie Streicher. No me soporta, es tan intimidantemente guapo como gruñón, y tiene un ego inmenso. Así que no debería resultarme difícil ser profesional con él, incluso si vivimos bajo el mismo techo.

Pero… tras su antipatía, Jamie es sorprendentemente dulce y protector. Gracias a él, he recuperado la chispa creativa, vuelvo a escribir canciones y tengo ganas de subirme de nuevo al escenario. Y sí, llevo su camiseta en los partidos y en las fiestas con el equipo… y me estoy enamorando de él.

James Streicher podría romperme el corazón, pero quizá estoy dispuesta a correr el riesgo.

 

Opinión personal

Con un argumento, que llama la atención desde el primero momento, es fácil sentirse seducido por esa historia que se refugia en un cliché que, personalmente, es uno de mis favoritos dentro de la novela romántica. Un sport romance, que alude a una sucesión de elementos muy capaces de hacer sentir al lector la comodidad propia de una trama del todo sencilla, con el objetivo de entretener, sin necesidad de prometer grandes expectativas difíciles de cumplir.

Tras el hielo, es un libro de corte natural y muy alejado de las complejidades habituales de su temática. Un romance visto a través de los ojos de unos personajes dotados de un pasado livianamente embellecido con matices y con una evolución quizás no del todo condimentada de elementos literarios de alto contenido atractivo, pero que si sabe refugiarse en aquellos que siempre son sinónimo de acertada lectura. Después de su llegada a un nuevo equipo de hockey y su fortuito encuentro con un adorable perro abandonado tras acabar un entrenamiento, la vida de Jamie cambia al verse obligado a contratar a una asistente personal que, por un acto del destino la conoce de sus días en el instituto. Pippa, después de su abrupta ruptura sentimental, comenzará un nuevo trabajo con la intención de superar su miedo a perseguir su sueño de cantar y recuperar la autoestima perdida, sin embargo, su encuentro con Jamie, su viejo amor del instituto, le forzará a conocerse a sí misma y así cerrar aquellas heridas que ni tan siquiera sabía que existían. Es, por tanto, una historia de amor bajo el paraguas de un género siempre propicio, que logra convencer desde la primera página y en la que los sentimientos y la sensualidad, van de la mano en unas escenas formadas bajo el prisma acertado de la delicadeza sutil y cuyas descripciones, no dejan detalle alguno por citar, que pudiera llamar la atención.

Tanto Jamie, como Pippa, disfrutan de sendos pasados que, en un primer momento, parecen complejos, pero que con el paso del tiempo, van disipándose en la argumentación central y, es que quizás, sus figuras como protagonistas no están del todo definidas por la emoción y no van más allá de la acostumbrada representación del romanticismo más tradicional. A pesar de poder vislumbrarse detalles que parecían del todo prometedores, la autora parece estancarse en su evolución, sin llegar a incidir en esos matices que hubieran hecho de estos personajes algo único y es que, adolecen casi de manera continuada, de una falta de condimentación que supere la limitación propia de lo acostumbrado en las novelas de tal naturaleza. A pesar de que se esfuerzan por mostrar ciertos rasgos maduros y adultos, su inevitable sencillez argumental, los lleva a no capitalizar del todo la importancia del propio relato y a estancarse en giros argumentales que en ocasiones parecen planos. Aunque sus figuras enternecen, como lectora, he experimentado cierta falta de emoción, debido a su romance básico y a su leve profundidad, pero aún así, se tratan de personajes que entablan buena conexión entre ellos y que te acercan hacia esa opinión favorable.

Stephanie Arher es una autora, con un estilo que puede llegar a ser catalogado como refrescante. Destaca ante todo su elegancia, en la configuración de aquellas escenas que se leen de manera ágil, ya que no realiza demasiado rodeos, lo que le hace dirigirse directamente a aquello que quiere mostrar, deteniéndose incluso en la construcción de las emociones, dando paso posterior a ese contenido más físico, sin capitalizar toda la atención de manera exclusiva. Todo en ella es recomendable, aun cuando se eche en falta un mayor brillo en la historia, puesto que hace vislumbrar su toque único, sin necesidad de acudir a la novedad para sorprender, solo rodeándose de una sencillez siempre bienvenida y que sin duda, convence a aquellos lectores que solo busquen una historia sin más pretensión que la de sentirse entretenido. Siendo como es, la primera toma de contacto con su estilo, a pesar de que no enamore tanto como una hubiera pensado, sí que se disfruta de una pluma literaria que, sin duda alguna puede llegar a prometer en el futuro, grandes historias, en las que el deporte y el romance van de la mano.

Se trata de un primer libro dentro de una saga, que puede leerse de manera totalmente individualizada, con un más que correcto cambio de perspectivas que, amenizan enormemente y que te conducen a través de una evolución romántica correcta, sin sobresaltos, todo ellos debido a unos giros argumentales nada abruptos, ni tampoco complejos. Es una novela bien estructurada, con un total de setenta capítulos concisos y livianos, lo que le hace ser una trama que se lee fácilmente en unas horas, fruto sin duda, de la comodidad que traslada y que te conduce, hacia un final esperado, pero no exento de puntos positivos que te ayudan a configurar, no solo una más que positiva opinión, sino que te convence a la hora de crear el propósito a futuro, de proseguir en la lectura de los sucesivos libros por publicar. La presentación de sus siguientes personajes, sin duda alguna, es un aliciente que debe tenerse en cuenta, ya que es del todo prometedor.

Tras el hielo es un libro básico, de entretenimiento sencillo, que puede llevar a brindarte con una lectura sosegada, aunque no llegue a emocionar del todo. Un sport romance previsible, pero también cálido, que sabrá cautivar al lector que solo busque alejarse del aburrimiento.