Editorial - Chic
Género - Romántica contemporánea
Puntuación ★★★★☆
¿Cuántos pasos hay del odio al amor?Naomi y Luca son amigos por correspondencia desde que iban a la escuela. O, más bien, enemigos por correspondencia. Lo que empezó siendo una hilarante cadena de cartas de odio se convierte en una amistad epistolar que los acompaña durante veinte años. Hasta que un día, las cartas cesan de repente.Han pasado dos años desde la última vez que Naomi tuvo noticias de Luca, dos años desde la carta que lo cambió todo. Ahora Naomi vive en Miami y trabaja como meteoróloga en una televisión local, y cuando un día recibe un sobre sin remite en su trabajo, sabe de inmediato quién lo envía. Y esta vez no piensa dejar que Luca tenga la última palabra.
Opinión personal
Hate mail, es de esos libros que convencen por la frescura que traslada su sencillez y que le hace ser una apuesta segura y certera, que no decepciona bajo ningún concepto. Su argumento, aunque apenas ofrece pinceladas que pudieran considerarse rompedoras, convence en base a un cliché que siempre es sinónimo de acierto en el terreno de la romántica actual y que se acerca al lector siempre dispuesta a caer en la redes de tan típica historia.
La trama desarrollada en el interior de este libro, aglutina con esmero toda una serie de recursos literarios siempre perfectamente atractivos y que no desentonan en absoluto con ese objetivo único de sentirse entretenido. El romance que se describe en sus página, es de gran sencillez, en el que los sentimientos están detalladamente descritos, pero sin caer preso del tan temido relleno argumental. Cada uno de sus capítulos, se afana por resultar natural y eso pasa por contar con una evolución lo suficientemente medida, como para resultar creíble. De alguna manera, el crecimiento romántico es del todo pausado y aunque peca en demasiadas ocasiones de ser predecible, lo cierto es que una novela profundamente resultona, capaz de arrancar la complicidad al lector. Es grato ser testigo de esta historia de amor, en la que la importancia radica en exclusiva en sus personajes y tan solo recurre a la sensualidad más liviana para aderezar su relato. El uso del anonimato entre ellos, colorea y suma interés, aun cuando apenas hay misterio en sus figuras, no hay ni un gramo de complejidad en esta historia, pero eso no es un punto negativo a tener en cuenta, puesto que su ausencia se debe en exclusiva a su interés por ser esa historia de amor, de la que se guardará buen recuerdo por la medida de entretenimiento básico que ofrece.
Exista un intercambio de perspectiva entre sus personajes, un recurso que ayuda a acercarse tanto a Naomi, como a Luca y, aunque existe una clara necesidad de ocultar la figura de él, como reclamo, lo cierto es que no hay detalle que se le escape al lector. La figura de ambos personajes queda perfectamente definida entre sus diálogos y sus escenas, a través de las cartas mantenidas a lo largo del tiempo, llegando así a convertirse en protagonistas lo suficientemente completos como para destacar en parte y arrancarte esa sonrisa cómplice. En el terreno de lo personal, no existe una evolución armada, aunque si que se percibe lo adulto de su perspectiva. Son desde ese punto de vista, personajes principales muy básicos, sin apenas matices que resulten originales, pero sin que ello suponga una merma en la opinión favorable que se gesta continuamente a lo largo de su lectura. Quizás, el "pero" más destacado de esta lectura, es su previsibilidad, aunque su autora quiere utilizar la identidad de él como arma literaria, lo cierto es que es un misterio descubierto muy pronto, pero que no haya sorpresas que puedan mantenerte en vilo, no significa de ningún modo, que se trate de un libro por completo "descartable", ya que no deja, de entretener en ninguna de sus páginas.
Lo cierto es que, esta ha sido mi primera toma de contacto con la autora y debo de reconocer que no ha podido llegar a ser más perfecta. Donna Marcheti, destaca por su agilidad narrativa, leer su historia es sinónimo de caer preso de unas escenas directas y de unos diálogos lo suficientemente amenos como para dinamizar su lectura. Es grato ser testigo de una historia, en la que se prima más el romance que el erotismo propio del género, se presta pues gran atención a la etapa del enamoramiento, que las cartas mantenidas entre ellos desde que son niños, tengan tanto protagonismo, es desde luego un acierto, ya que divierten y enternecen a partes iguales. Destaca ante todo su elegancia y su precisión a la hora de definir las emociones, así como esos retazos de madurez muy bien acogidos, su presencia en mi estantería está desde luego, garantizada en el futuro.
A pesar de no contar con giros argumentales destinados a mantenerte preso de su ritmo, se trata de un libro que sabe bien captar la atención y retenerla a lo largo de toda su lectura. Su sencillez, hace que se trate de una trama que lee con gran habilidad, desterrando el reloj y convirtiendo las horas en suspiros. Si lo que se busca es una novela repleta de sencillez, capaz de arrancarte de las garras del aburrimiento y de la incapacidad de decidir tu nueva lectura, es desde luego un libro de lo más perfecto, capaz de brindar ese romance de lo más básico, que convence sin esfuerzo y se acerca a las expectativas de cada lector, de sentirse meramente entretenido. Antes de que uno pueda llegar a darse cuenta, ha alcanzado su final, con un epílogo natural y que no se sale de la norma, pero que aún así, resulta ser un final dulce, un colofón perfecto para esta historia tan recomendada.
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