Reseña. Una semana en Nueva York

Una semana en Nueva York, de Louise Bay

Editorial – Phoebe
Género – Romántica adulta, erótica
Puntuación ★★★☆☆

Anna está harta de citas. Está cansada de que le rompan el corazón. Es sexy, divertida e inteligente…, pero también es un imán para hombres que no la merecen. Salir de Londres y pasar una semana de vacaciones en Nueva York es la mejor solución para superar su última ruptura y poder tener una aventura veraniega con un desconocido. Pero para proteger su dañado corazón decide imponerse ciertas reglas: nada de contarse sus vidas, nada de intercambiar números de teléfono y nada de decirse los nombres reales. Solo será una noche divertida y excitante. Ethan, exitoso seductor «en serie», también tiene sus reglas: nada de citas, nada de quedarse a dormir y nada de hacer promesas. Todo parece perfecto…, pero las reglas se hacen para romperse…

Opinión personal 🖉

Una semana en Nueva York, se presenta ante los lectores como un libro entretenido capaz de arrancarnos de esa monotonía que nos asola en estos momentos tan complicados debido a la pandemia. Aun cuando su sinopsis vislumbra cierto encorsetamiento a lo que se refiere al género en el que está incluido, parecía ser una lectura fresca, capaz de copar nuestras horas de entretenimiento aportando ese momento dulce y esa opinión favorable siempre buscada como objetivo, en lo que se refiere a su resultado final. Exenta de problemática, puesto que su argumentación vislumbra de manera clara lo que podría o no ofrecer al lector, se pierde el miedo al fracaso, un miedo que a veces nos hace dudar de nuestras elecciones pero que sin embargo, la editorial solventa gracias a un sinfín de títulos publicados que por uno u otro motivo siempre terminan atrapándonos y enamorándonos.

El paisaje que se conforma a lo largo y ancho de sus páginas, no dista demasiado de lo acostumbrado en este tipo de temática. En ocasiones, el género cae en la tentación de rodearse de “viejos” tópicos que, si se acostumbran a leer con asiduidad, saturan a un lector que siempre se halla en la eterna búsqueda de lo diferente. La lectura ofrecida por Louisa Bay aporta quizás cierto dinamismo en su clásica argumentación, puesto que la complejidad en este caso viene de la mano de su personaje principal femenino, pero aun con ello no se puede llegar a afirmar que estemos ante una plena distinción literaria. A grandes rasgos, Una semana en Nueva York es un ejemplo más de la narración perteneciente al género de la erótica o de la contemporánea adulta, aunque dicho argumento no ha de servir para desdeñar la lectura que ofrece.

Rodeada de un ritmo ágil, es fácil dejarse arrastrar por su lectura sin apenas darse cuenta que las páginas pasan a una velocidad de vértigo. Su argumentación sencilla, pero a la par directa, favorece ese ritmo puesto que su objetivo es claro, entretener y abstraer al lector de posibles preocupaciones diarias. Su autora provee a su historia de un romance a la altura de cada una de las expectativas generadas por su posible público, aun cuando se pueden enumerar ciertos peros. Bajo mi opinión, su romance se encuentra algo solapado, escondido bajo un abundante texto, cuya descripción altamente sensual, te aleja un poco de su contexto de crecimiento personal y romántico de cada uno de sus personajes. Es en esos momentos, cuando me he sentido más alejada de su argumentación, pero eso no me quita para decir que me ha resultado, bajo su cómputo general, una novela de lo más entretenida, al menos ha convertido las horas de lectura en meros suspiro y, eso ya es un éxito en sí mismo.

Sin conocer el estilo de su autora, me ha servido de presentación. Con esta historia he sido capaz de valorar la sencillez, la elegancia de su relato, así como su completa descripción de escenas. Gracias a su pluma literaria, he podido valorar ciertos aspectos que convierten su lectura en una recomendación ha tener en cuenta, sobre todo en estos momentos tan complicados. El objetivo que persigue, se cumple con creces y te hace prometerte que seguirás apostando por esta autora tan completa y segura de lo que es necesario exponer para ganarse las buenas palabras del lector.

Una semana en Nueva York, es una lectura exenta de grandes complejidades. A pesar de ese “pero” descrito anteriormente sobre su contenido altamente sensual, guardo un grato recuerdo de su lectura y eso de por sí ya es recomendable. Sus hojas y sus capítulos, han sabido entretenerme y aportar esa sencillez en ocasiones necesaria. Se trata por tanto de un libro de contenido adulto, que cumple con su objetivo y que no se aleja demasiado de lo acostumbrado.