Reseña. Te esperaré siempre

Te esperaré siempre, de Whitney G.

Serie - You belong with me 2
Editorial - Phoebe
Género - Romántica actual
Puntuación ★★★★☆

«Por favor, deje su mensaje después de la señal…». Tatiana, son ya las cuatro de la madrugada y no puedo dormir porque estoy borracho y en vela, pensando en ti… En que casi fui tuyo, y tú casi fuiste mía. Mi vida es un desastre, y toda mi carrera como luchador en la mma pende de un hilo. Soy muy consciente de que tengo que cambiar muchas cosas. Necesito que me devuelvas el favor que me prometiste, ese que aún tenemos pendiente desde hace años. Necesito que finjas ser mi prometida durante noventa días. Solo noventa días. No tenemos por qué hablar a escondidas ni tampoco ser amigos de nuevo. Ni siquiera tenemos que besarnos, aunque te aseguro que ningún otro hombre te habrá besado mejor que yo… Te prometo que no nos tocaremos, a pesar de que la última vez que nos vimos parecía que era eso precisamente lo que deseabas (no intentes negarlo). En resumidas cuentas: quiero cobrarme ese antiguo favor que juraste que me deberías «siempre». No te estoy pidiendo demasiado. Solo necesito que finjas por mí que es real…

Opinión personal

Después de confeccionar una opinión más que positiva, respecto al primer libro de esta serie, era difícil resistirse a leer un libro, cuya sinopsis llama a apostar por él, ya que ese mismo argumento, parece contener ese objetivo perseguido y anhelado por parte de los lectores, de ser testigo de una historia de lo más entretenida. Cabe advertir que, a pesar de pertenecer a una saga, es un libro totalmente independiente, por lo tanto puede leerse aparte, aunque cada uno de sus personajes, están estrechamente relacionados y eso es algo, que debe tenerse en cuenta.

Te esperaré siempre, es una novela que juega con dos líneas temporales, entre pasado y presente, un elemento del que se sirve para componer un mapa literario del todo completo, sustentado en todo momento, en el crecimiento y posterior maduración del enamoramiento propio de sus principales personajes. En todos y cada uno de sus capítulos, se observa la intención de destacar, pero sin necesidad de aludir a cierto componente novedoso, por tanto, se trata de una novela acostumbrada, con un romance bien acotado a los elementos que mejor definen al género y por supuesto, a la temática, lo que hace, que no se eche en falta absolutamente nada. Su historia, se ampara en un escenario de atractivo siempre asegurado, en el que dos personas que aparentemente son enemigos y que comparten un mismo pasado, deben unirse para crear la imagen falsa, de un matrimonio idílico que ayude a limpiar la imagen de uno de ellos. Su ambientación es sin duda, uno de sus mayores alicientes, puesto que de él, se sirven escenas en las que el amor se entremezcla con el erotismo, en un equilibrio del todo óptimo, convirtiendo así esta una novela en una historia completa, capaz de representar toda una sucesión de matices distintivos, que da lugar a una más que grata opinión.

La contraposición de sus personajes, sin lugar a dudas, es su mejor y más reconocido recurso. Habilitar a sus protagonistas, de personalidades levemente complejas, de un dramatismo casi imperceptible y con un carácter sumamente carismático, les hace centrar la atención en sus peculiaridades y en la evolución propia dentro del relato. Tatiana, es un personaje principal, con el que se conecta casi desde el primer instante, sus reacciones, así como los diálogos de los que se vale, le llevan a provocar sonrisas cómplices, gracias a escenas no del todo cómicas, pero si risueñas, todo derivado de su ingenio y a su carácter aguerrido y directo. Travis en cambio, posee un carácter algo más sencillo y aunque ya se le conocía previamente, aún guarda sorpresas a su alrededor,  por ello, no se le resta ni un ápice de atención o importancia, puesto que gracias a él, se conforma una de las parejas literarias más cercanas y realistas, del gusto de cualquier lector. Aunque ambos comportan un pasado, su historia de amor se configura visualmente de manera atractiva, aportando detalle con cada página, ya que no se olvida de ningún ápice típico de sentimientos o de emociones, todo está configurado de tal manera, que se percibe desde su primera línea escrita, esa maduración personal, fomentada sin duda, por giros argumentales no del todo abruptos, pero de construcción medida.

Tras haber leído ya una cantidad importante de los libros de esta autora, como lectora no puedo hacer más que declararme su fan incondicional. Sus historias, siempre logran contener todos aquellos alicientes necesarios, capaces de encandilar, por encarnar el romanticismo más perfecto, que recuerda sin duda a tiempos pasados de la literatura, tiempos que por otra parte coronaron a la romántica. Dentro las páginas de cada una de sus obras, se entremezcla una sucesión de elementos, en su mayor parte característicos y tradicionales que si bien, saben destacar gracias a la habilidad innata de esta escritora en confeccionar un relato de una naturaleza repleta de frescura, además de rodearse de componentes distendidos, que ameniza su lectura, convirtiéndose así su historia, en una recomendación sustentada plenamente en su buen hacer literario. La conexión del romanticismo y ese contenido mayormente adulto, le lleva a representar una trama en la que hay espacio para absolutamente todo, sin desprenderse pues de ese toque inconfundiblemente elegante.

Es un libro que, como viene siendo costumbre en Whitney G., se lee a las mil maravillas. Su elección es perfecta, puesto que ayuda al lector a disfrutar de un momento dulce de entretenimiento único que evoca con perfección, los puntos más positivos de la literatura romántica actual. El romance, desde el punto de vista de su autora, cuenta con un color, no del todo diferenciador, pero si revestido de una agilidad que no se desprende en ningún momento de ese toque inconfundiblemente cómodo y natural. Sus cuarenta y siete capítulos, aunque es una cifra que asusta, se valen de una agilidad siempre bienvenida. La precisión en los detalles, le hace ser un libro tremendamente ameno que, en ningún momento, cae preso de la monotonía. Aunque puede llegar a percibirse como incesantes, los cambios temporales, su presencia concuerda con la naturaleza de lo narrado y no llevan por tanto a la desesperación, sino que se integran con corrección. Coronada además de varios epílogos que ayudan a despedirse, con todo cerrado y esa sensación de bienestar tan maravillosa, con este romance sencillo, pero a la vez directo y colorido.

Finalmente, solo queda decir que Te esperaré siempre es una novela poco o nada decepcionante, que sabe meterse al lector en el bolsillo, gracias a la sencillez de la que hace gala. Es un libro perfecto, para disfrutar de horas de entretenimiento perfectas y recomendables.